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Las temporadas de rebajas en España son uno de los momentos más esperados por los consumidores. Grandes cadenas como Mercadona, Primark o El Corte Inglés aprovechan estas fechas para atraer clientes con descuentos llamativos. Sin embargo, no todos los precios rebajados reflejan un ahorro real.

La legislación española busca evitar abusos en contextos de vulnerabilidad económica. Por eso, desde la Ley 4/2022, de 25 de febrero, se establecen requisitos estrictos para mostrar precios en rebajas. Según la norma: "Art. 20 - Precio anterior y rebajado".

Esto implica que, por ley, las tiendas están obligadas a indicar claramente el precio original y el nuevo, garantizando transparencia y evitando confusión.

¿Qué debe figurar en los productos rebajados según la Ley?

La norma exige que cualquier producto rebajado muestre dos cifras visibles: el precio anterior y el precio con descuento. Esto es lo que se conoce como el doble marcado de precio. La obligación busca que el consumidor pueda comparar y decidir con información clara.

En palabras del texto legal: "Art. 20 - Precio anterior y rebajado". Es decir, no basta con poner un cartel genérico de "50% de descuento", sino que se debe mostrar el importe concreto antes y después de la rebaja.

La Ley 4/2022, de 25 de febrero, fue diseñada para proteger a los usuarios frente a "situaciones de vulnerabilidad social y económica". Por lo tanto, cualquier incumplimiento de esta disposición puede derivar en sanciones para el comercio.

¿Cómo identificar precios falsos durante las rebajas?

Detectar un precio falso no siempre es fácil, pero existen señales claras. Un ejemplo común es cuando un producto aparece rebajado, pero en realidad nunca se vendió al precio original que figura en la etiqueta. Esto constituye un engaño y está penado por ley.

Los consumidores pueden sospechar de una manipulación de precios cuando:

  • El precio anterior parece exageradamente alto en comparación al mercado.

  • La rebaja no coincide con descuentos aplicados en otras tiendas.

  • El producto nunca estuvo disponible al valor que figura como "original".

La norma recuerda que inflar los precios previos para aparentar una rebaja constituye un fraude. La transparencia en la información no es opcional, sino una obligación legal para todas las cadenas de retail.

¿Qué hacer si detectas un engaño en los precios rebajados?

Si un consumidor detecta un precio falso en las rebajas, puede actuar. El primer paso es guardar pruebas, como fotografías de la etiqueta o tickets de compra. Con esa información, se puede presentar una reclamación ante las autoridades de consumo.

Las sanciones para las empresas que incumplen la ley pueden ir desde multas económicas hasta restricciones en futuras campañas comerciales. En tanto, el consumidor tiene la posibilidad de restitución o indemnización.

Si el cliente compra un producto con un precio manipulado, puede exigir el reintegro de lo abonado o el cumplimiento del descuento anunciado. Si el fraude ocasiona un daño económico adicional (por ejemplo, gastos derivados de una compra engañosa), también puede reclamar una compensación.

El artículo 8 del texto refundido de la Ley de Consumidores establece que: "Los consumidores tienen derecho a la reparación de los daños y la indemnización de los perjuicios sufridos".

Los expertos recomiendan revisar con atención cada etiqueta y desconfiar de rebajas que parezcan "demasiado buenas para ser ciertas". La normativa busca precisamente evitar que los consumidores caigan en estas prácticas fraudulentas.