A medida que avanza la guerra entre Ucrania y Rusia y se acelera también el espiral inflacionario, las perspectivas del Fondo Monetario Internacional (FMI), empeoran.
En las últimas horas, el pronóstico que el organismo ha hecho para España en el 2023, ha sido pesimista, dado que redujo la perspectiva de crecimiento del 2% al 1,2%.
El pronóstico del FMI para España: recorte y crecimiento del 1,2%
Lo que hace solo tres meses era "debilitamiento significativo de la actividad" ahora es "riesgo real" de recesión, según ha declarado la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva.
La crisis energética es uno de los problemas más importantes, que azota a toda Europa y, definitivamente, impacta en el crecimiento global.
Si bien España depende menos que sus vecinos del suministro ruso, es sensible como pocos a los precios de la energía. Así, por supuesto, no escapó de los peores pronósticos del FMI.
La actualización de sus previsiones globales difundida este martes augura un crecimiento del 4,3% para este año y deja en el 1,2% su proyección de crecimiento para 2023, alrededor de la mitad del 2,1% sobre el que el Gobierno ha edificado su proyecto de Presupuestos para 2023.
Por qué el FMI prevé un futuro próximo oscuro
El director de investigación del FMI, Pierre Olivier Gourinchas, ha relacionado esta previsión con la crisis energética, una demanda débil y una política monetaria más estricta.
Pese a todo, España seguirá encabezando el crecimiento de la eurozona -que se situará en una media del 0,5%. Italia y Alemania entrarían en recesión el año que viene, con un crecimiento negativo de dos y tres décimas, respectivamente.
La gran discrepancia entre el Gobierno y el FMI, sobre su visión, está en el comportamiento de la inversión. Mientras el Gobierno ha previsto un potente crecimiento del 9,5% de este componente, que todavía no hay un solo instituto de análisis que haya ratificado, el FMI plantea una evolución más modesta del 2,2%.
La inflación, uno de los factores fundamentales
El informe del Fondo lanza una advertencia general con una lectura clara a nivel español. Advierte de que el impacto coyuntural de la escalada de la inflación sobre el coste de la vida puede empujar a los gobiernos a aprobar subidas de los salarios públicos, entre los que se encuentran las pensiones o el sueldo de los funcionarios, en línea o por encima de la inflación y también rebajas generales de impuestos para amortiguar el impacto de la subida de los precios energéticos sobre la población.
El organismo, en este punto, no ve con buenos ojos las medidas del Gobierno. "Los aumentos del gasto público no financiado o los recortes de impuestos no harán más que impulsar la inflación y dificultar el trabajo de los responsables de la política monetaria", asegura en el informe.
Además, reclama de forma explícita contención fiscal a los gobiernos para poner bajo control la inflación. "La consolidación fiscal también puede enviar una poderosa señal de que los responsables políticos están alineados en su lucha contra la inflación".