- Crisis financiera y concurso de acreedores
- De aspiraciones disruptivas a una deuda insostenible
- Qué supone esta caída para el sector de movilidad aérea en España
- Crisis financiera y concurso de acreedores
- De aspiraciones disruptivas a una deuda insostenible
- Qué supone esta caída para el sector de movilidad aérea en España
Las promesas de un transporte aéreo urbano eficiente y sostenible han atraído en los últimos años inversiones y expectativas en España. Empresas emergentes como Crisalion Mobility se perfilaban como pioneras en el desarrollo de aeronaves eléctricas de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL), un concepto que muchos veían destinado a transformar la movilidad urbana.
Sin embargo, esa ilusión se ha topado con la cruda realidad financiera. Crisalion atraviesa ahora un proceso de concurso de acreedores que pone en riesgo su continuidad y deja a más de cien empleados en la incertidumbre.
Crisis financiera y concurso de acreedores
Según una resolución reciente del Juzgado de lo Mercantil n.º 2 de Bilbao, Crisalion se ha visto obligada a declararse insolvente al carecer de la liquidez necesaria para cumplir sus obligaciones. El pasivo acumulado supera los tres millones de euros y el proceso ya incluye la intervención de un administrador concursal.
La situación se agravó tras el 30 de septiembre de 2025, fecha límite que tenía la compañía para concretar una nueva ronda de financiación. Esa inyección de capital no llegó. Una inversión prevista de 150 millones de euros por parte de un fondo internacional no se materializó, y otros intentos con potenciales socios tampoco prosperaron.
El impacto para los trabajadores ha sido considerable. Varios exempleados aseguran que no cobraban salarios desde junio y que los pagos parciales se arrastraban desde abril. Muchos de ellos ya dependen del FOGASA para cobrar lo adeudado.
De aspiraciones disruptivas a una deuda insostenible
Crisalion Mobility surgió como sucesora de una firma especializada en drones. Desde 2019, su objetivo fue posicionarse como líder en movilidad aérea avanzada. Su proyecto estrella, la aeronave Integrity, era un eVTOL para transporte de pasajeros diseñado para operar en entornos urbanos y regionales.
La compañía también promovía soluciones de transporte terrestre y colaboraciones internacionales. Incluso había firmado acuerdos preliminares con operadores de América Latina, Europa y Oriente Medio para la preventa de unidades de Integrity.
No obstante, desarrollar un vehículo eVTOL certificado implica inversiones multimillonarias, exigencias regulatorias estrictas y plazos extensos. La ausencia de ingresos inmediatos y la dependencia absoluta de capital externo provocaron que el modelo de negocio resultara inviable sin financiación constante.
Qué supone esta caída para el sector de movilidad aérea en España
La quiebra de Crisalion representa un fuerte revés para el ecosistema de transporte aéreo urbano en España. El cierre deja en el aire más de 100 puestos de trabajo y frena las expectativas de implementar eVTOLs en ciudades españolas a corto plazo.
También envía una señal de alerta al sector: la innovación tecnológica no basta si no va acompañada de estabilidad financiera y credibilidad ante los inversores. La falta de resultados visibles y la incertidumbre sobre certificaciones acabaron mermando la confianza en el proyecto.
Con esta caída, la movilidad aérea se enfrenta a una pausa obligada. Para recuperar el impulso, futuras iniciativas deberán priorizar modelos sostenibles, alianzas sólidas y una hoja de ruta viable hacia la comercialización.
Lo que aspiraba a ser un salto hacia el futuro de los cielos se detiene abruptamente entre impagos y falta de financiación.
Las promesas de un transporte aéreo urbano eficiente y sostenible han atraído en los últimos años inversiones y expectativas en España. Empresas emergentes como Crisalion Mobility se perfilaban como pioneras en el desarrollo de aeronaves eléctricas de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL), un concepto que muchos veían destinado a transformar la movilidad urbana.
Sin embargo, esa ilusión se ha topado con la cruda realidad financiera. Crisalion atraviesa ahora un proceso de concurso de acreedores que pone en riesgo su continuidad y deja a más de cien empleados en la incertidumbre.
Crisis financiera y concurso de acreedores
Según una resolución reciente del Juzgado de lo Mercantil n.º 2 de Bilbao, Crisalion se ha visto obligada a declararse insolvente al carecer de la liquidez necesaria para cumplir sus obligaciones. El pasivo acumulado supera los tres millones de euros y el proceso ya incluye la intervención de un administrador concursal.
La situación se agravó tras el 30 de septiembre de 2025, fecha límite que tenía la compañía para concretar una nueva ronda de financiación. Esa inyección de capital no llegó. Una inversión prevista de 150 millones de euros por parte de un fondo internacional no se materializó, y otros intentos con potenciales socios tampoco prosperaron.
El impacto para los trabajadores ha sido considerable. Varios exempleados aseguran que no cobraban salarios desde junio y que los pagos parciales se arrastraban desde abril. Muchos de ellos ya dependen del FOGASA para cobrar lo adeudado.
De aspiraciones disruptivas a una deuda insostenible
Crisalion Mobility surgió como sucesora de una firma especializada en drones. Desde 2019, su objetivo fue posicionarse como líder en movilidad aérea avanzada. Su proyecto estrella, la aeronave Integrity, era un eVTOL para transporte de pasajeros diseñado para operar en entornos urbanos y regionales.
La compañía también promovía soluciones de transporte terrestre y colaboraciones internacionales. Incluso había firmado acuerdos preliminares con operadores de América Latina, Europa y Oriente Medio para la preventa de unidades de Integrity.
No obstante, desarrollar un vehículo eVTOL certificado implica inversiones multimillonarias, exigencias regulatorias estrictas y plazos extensos. La ausencia de ingresos inmediatos y la dependencia absoluta de capital externo provocaron que el modelo de negocio resultara inviable sin financiación constante.
Qué supone esta caída para el sector de movilidad aérea en España
La quiebra de Crisalion representa un fuerte revés para el ecosistema de transporte aéreo urbano en España. El cierre deja en el aire más de 100 puestos de trabajo y frena las expectativas de implementar eVTOLs en ciudades españolas a corto plazo.
También envía una señal de alerta al sector: la innovación tecnológica no basta si no va acompañada de estabilidad financiera y credibilidad ante los inversores. La falta de resultados visibles y la incertidumbre sobre certificaciones acabaron mermando la confianza en el proyecto.
Con esta caída, la movilidad aérea se enfrenta a una pausa obligada. Para recuperar el impulso, futuras iniciativas deberán priorizar modelos sostenibles, alianzas sólidas y una hoja de ruta viable hacia la comercialización.