

El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) gestiona las prestaciones por desempleo, conocidas comúnmente como paro. Estas ayudas están destinadas a quienes han perdido su empleo y cumplen ciertos requisitos.
Sin embargo, mantener el derecho a esta prestación implica cumplir con una serie de obligaciones que, de no respetarse, pueden llevar a la suspensión o extinción del beneficio.
El incumplimiento de ciertas condiciones puede resultar en la pérdida del derecho al paro. Desde no renovar la demanda de empleo hasta rechazar ofertas laborales adecuadas, las causas son variadas y es esencial conocerlas para evitar sanciones.

Obligaciones que no se pueden ignorar
Para conservar el derecho a la prestación por desempleo, es fundamental cumplir con las siguientes obligaciones:
Renovar la demanda de empleo: es obligatorio sellar el paro en las fechas indicadas. No hacerlo puede llevar a la suspensión de la prestación.
Aceptar ofertas de empleo adecuadas: rechazar sin justificación una oferta de trabajo que se ajuste al perfil del beneficiario puede considerarse una infracción grave. Según el SEPE, la primera vez puede suponer la pérdida de tres meses de prestación, la segunda seis meses y la tercera la extinción definitiva del derecho.
Participar en acciones de formación o inserción: no asistir a cursos o actividades propuestas por el SEPE sin causa justificada también puede acarrear sanciones.
Comunicar cambios en tu situación: si se comienza a trabajar, se cambia de domicilio o los ingresos superan los límites establecidos, es obligatorio informarle al SEPE. No hacerlo puede considerarse una infracción.
Infracciones y sus consecuencias
El SEPE clasifica las infracciones en leves, graves y muy graves, cada una con sus respectivas sanciones:
Infracciones leves: no renovar la demanda de empleo o no acudir a una cita sin justificación. La primera vez implica la pérdida de un mes de prestación; la segunda, tres meses; la tercera, seis meses; y la cuarta, la extinción definitiva.
Infracciones graves: rechazar ofertas de empleo adecuadas o no participar en acciones de formación. La primera infracción conlleva la pérdida de tres meses de prestación; la segunda, seis meses; y la tercera, la extinción definitiva.
Infracciones muy graves: cometer fraude para obtener o mantener la prestación. Estas infracciones se sancionan con la extinción inmediata del derecho y la posible exclusión de futuras ayudas durante un año.

Cómo evitar la pérdida del paro
Evitar que el SEPE suspenda o cancele una prestación por desempleo implica adoptar una actitud proactiva y responsable con las obligaciones.
Una de las principales es renovar la demanda de empleo puntualmente. Este trámite, conocido como "sellar el paro", es fundamental y se debe realizar en las fechas indicadas.
No hacerlo, aunque sea por un simple despiste, puede desencadenar sanciones automáticas. También es crucial responder a las comunicaciones del SEPE y acudir a las citas programadas, ya sean para entrevistas, revisiones o sesiones informativas.
Otro aspecto clave es la actitud frente a las ofertas de empleo y las actividades de formación. El sistema asume que quien cobra el paro está en búsqueda activa de trabajo, por lo que rechazar ofertas que se consideren adecuadas sin una causa justificada puede considerarse una infracción.
Además, si la situación personal cambia -por ejemplo, si el beneficiario encuentra trabajo, se muda o tiene nuevos ingresos- debe comunicarlo de inmediato al SEPE. La transparencia y el cumplimiento de estos requisitos son la única garantía de poder seguir percibiendo la ayuda.
















