En esta noticia

En un contexto económico marcado por la inflación y el aumento del coste de vida, comprender los umbrales que definen la pobreza es esencial para evaluar la situación socioeconómica de la población. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) establece estos umbrales en función de la renta mediana de cada país, ofreciendo una perspectiva relativa que se ajusta a las condiciones económicas actuales.

En abril de 2025, la OCDE ha actualizado los criterios que determinan quiénes se consideran en situación de pobreza en España. Estos parámetros son fundamentales para diseñar políticas públicas efectivas y para que los ciudadanos comprendan su posición económica relativa en la sociedad.

El umbral de pobreza según la OCDE

La OCDE define el umbral de pobreza como el 60% de la renta mediana nacional. En España, la renta mediana en 2025 se sitúa en aproximadamente 1790 euros mensuales. Por lo tanto, el umbral de pobreza se establece en torno a 1072 euros al mes. Esto significa que cualquier persona que perciba ingresos inferiores a esta cantidad se considera en riesgo de pobreza, según los estándares de la OCDE.

Este enfoque relativo permite adaptar la definición de pobreza a las condiciones económicas de cada país, considerando factores como el coste de vida y la distribución de ingresos. Sin embargo, también implica que el umbral puede variar con el tiempo y no necesariamente refleja la capacidad de una persona para cubrir sus necesidades básicas.

El impacto del coste de vida en la percepción de pobreza

Aunque el umbral de pobreza establecido por la OCDE es una herramienta útil para comparaciones internacionales, en la práctica, muchas personas que superan ligeramente este umbral pueden experimentar dificultades económicas significativas.

El aumento de los precios en sectores clave como la vivienda, la energía y la alimentación ha reducido el poder adquisitivo de los hogares españoles.

Por ejemplo, el precio medio del alquiler en ciudades como Madrid o Barcelona supera los 700 euros mensuales, lo que representa una proporción considerable del ingreso para quienes se sitúan cerca del umbral de pobreza.

Además, el incremento de los costos en servicios básicos y bienes esenciales ha llevado a que incluso aquellos con ingresos superiores al umbral definido enfrenten desafíos para mantener un nivel de vida adecuado.

Políticas públicas y medidas de apoyo

Ante esta situación, es crucial que las políticas públicas se orienten a proporcionar apoyo a quienes, aunque no se encuentren por debajo del umbral de pobreza oficial, enfrentan dificultades económicas reales. Programas de asistencia social, subsidios para vivienda y medidas para controlar la inflación en sectores clave son esenciales para mejorar la calidad de vida de estos grupos vulnerables.

Además, es importante fomentar la educación financiera y el acceso a oportunidades laborales que permitan a las personas aumentar sus ingresos y salir de situaciones de precariedad económica. La colaboración entre el gobierno, las empresas y las organizaciones sociales es fundamental para abordar de manera integral los desafíos asociados a la pobreza y la desigualdad en España.