

Más de 40 entidades financieras deberán devolver a 820 afectados las cantidades cobradas de más por la aplicación de cláusulas suelo, junto con los intereses generados tras 15 años de litigio. Así lo ha ordenado el Tribunal Supremo.
Las cláusulas suelo son condiciones establecidas en los contratos hipotecarios, especialmente en los de interés variable, que fijan un tipo de interés mínimo que el prestatario debe pagar, independientemente de que el índice de referencia y el diferencial pactado resulten en un porcentaje inferior.


La resolución, dictada por el Pleno de la Sala Civil, pone fin a la macrodemanda presentada en 2010 por la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (ADICAE) contra más de un centenar de entidades.
Además de dar la razón a los afectados, el fallo sienta un precedente clave al permitir el análisis colectivo de la transparencia de las cláusulas, una cuestión que el propio Supremo trasladó al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) para resolver si era posible evaluarlas de forma conjunta y no contrato por contrato. El respaldo europeo refuerza ahora la vía para que se presenten nuevas demandas colectivas contra todo el sector financiero.
Confirmado por el Supremo | Más de 40 bancos deberán devolver lo cobrado de más a 820 hipotecados
El 4 de julio de 2024, la justicia europea decidió que se puede evaluar la transparencia de las cláusulassuelo de forma conjunta, usando como referencia al "consumidor medio", sin analizar cada caso por separado. También concluyó que, aunque las cláusulas no eran idénticas, eran bastante parecidas.
Con base en esto, el Tribunal Supremo consideró que las cláusulas suelo de más de 800 contratos eran abusivas porque no se explicaron con claridad y perjudicaron a los clientes. Además, determinó que estos consumidores no podían entender sus efectos hasta mayo de 2013, cuando se dictó una sentencia clave sobre el tema.
Dado que la macrodemanda se interpuso en 2010, los clientes no podían conocer los efectos económicos de estas cláusulas al momento de firmar las hipotecas. Por ello, se obliga a las entidades a devolver las cantidades cobradas de más, junto con los intereses de demora.
Cómo funcionaban estas cláusulas
Durante el boom inmobiliario, las cláusulas suelo se incluyeron en millones de hipotecas y evitaban que los clientes se beneficiaran si bajaba el euríbor.

Estas cláusulas fijaban un interés mínimo que los usuarios debían pagar, incluso si el euríbor caía por debajo de ese límite, llegando a cero o valores negativos. Así, los bancos se aseguraban cobrar siempre un mínimo de intereses.













