

Madrid se prepara para un cambio significativo en la gestión de residuos. A partir de septiembre de 2025 entra en vigor la nueva tasa de basuras, una medida que impactará directamente en los hogares de la capital y que responde a los objetivos de la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular.
Esta normativa adapta una directiva europea de 2018 que establece metas claras: alcanzar un 55% de reutilización y reciclaje de residuos en 2025 y llegar al 65% en la próxima década.
Se trata de un tributo ya presente en otros municipios españoles, pero que ahora se vuelve obligatorio en todas las localidades con más de 5000 habitantes.

El objetivo es cubrir los costes de recogida, transporte y tratamiento de residuos urbanos. Sin embargo, la aplicación dependerá de los criterios de cada ayuntamiento, lo que ya genera debate y preocupación entre vecinos y organizaciones.
Luis Martínez-Sicluna, secretario general de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), advirtió sobre las consecuencias de esta falta de homogeneidad: "La falta de homogeneidad podría provocar desigualdades entre consistorios".
Cómo se calcula la tasa de basuras en Madrid
El Ayuntamiento de Madrid detalla que la cuota tributaria se calculará aplicando la fórmula recogida en el artículo 9 de la Ordenanza:
Cuota = TB + (TR * CCS)
TB (Tarifa Básica de Uso Residencial): depende del valor catastral del inmueble. Por ejemplo, una vivienda con valor hasta 42.800 euros abonará 34,53 euros, mientras que aquellas con un valor superior a 216.800 euros aplicarán una tarifa proporcional de 0,0009948265 €/€ de valor catastral.
TG (Tarifa por Generación de Residuos): se calcula según los kilos de basura generados por habitante y año en cada barrio.
CCS (Coeficiente de Calidad en Separación): varía según el porcentaje de residuos correctamente separados. Por ejemplo, si un barrio separa un 20% de sus residuos, se aplicará un coeficiente de 1,70; en cambio, si supera el 90%, será de 7,30.
La Agencia Tributaria de Madrid ofrece un ejemplo práctico: un inmueble en Arganzuela con valor catastral de 120.000 euros y ubicado en el barrio Imperial aplicará las tres variables para determinar el monto final.
Críticas a la nueva tasa de basuras en Madrid
Desde que se anunció la medida, distintos colectivos expresaron su malestar. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) calificó la medida de "injusta", al considerar que no todos los ciudadanos pagarán en función de lo que contaminen, sino del valor catastral de sus viviendas (Fuente: OCU).
La OCU subraya que este sistema generará grandes diferencias entre barrios, ya que dos viviendas con distinta valoración catastral podrían pagar montos muy diferentes aunque produzcan la misma cantidad de residuos.

Excepciones y bonificaciones en la tasa de basuras
No todos los madrileños estarán obligados a pagar esta tasa. El Ayuntamiento prevé excepciones para quienes sean beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital o la Renta Mínima de Inserción, siempre que acrediten su condición antes del 1 de marzo de cada año.
También se incluyen bonificaciones para familias numerosas, que podrán obtener una reducción del 90% en viviendas con un valor catastral de hasta 204.000 euros. En caso de superar ese valor, los descuentos serán menores. Además, las viviendas vacías solo abonarán la parte fija de la tasa, previa solicitud.
En este primer año, el abono se realizará en una única cuota. A partir de los siguientes, los residentes podrán fraccionar el pago.
Una medida con impacto desigual
Con la entrada en vigor de esta tasa, el Ayuntamiento busca mejorar el reciclaje y avanzar hacia los objetivos de la economía circular. Sin embargo, el debate social y político está abierto.
Mientras que el Gobierno municipal defiende la necesidad de financiar de manera sostenible la recogida y tratamiento de residuos, vecinos y organizaciones como la OCU insisten en que el diseño actual de la tasa puede generar desigualdades significativas.
La clave estará en cómo se apliquen los criterios en los próximos años y si efectivamente la tasa contribuye a mejorar los hábitos de reciclaje en la capital española.












