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La escasez de vivienda en Madrid es una preocupación creciente. Mientras los precios del alquiler se disparan y la compra resulta inalcanzable para muchos, el acceso a una vivienda digna se convierte en una batalla cotidiana para miles de madrileños.

En este escenario, las autoridades regionales buscan ideas innovadoras que rompan con el modelo tradicional. Una de las más audaces proviene de la Comunidad de Madrid, que plantea reconvertir oficinas vacías en viviendas habitables.

Se trata de una propuesta que, más allá de lo simbólico, podría aliviar de forma efectiva la falta de oferta inmobiliaria sin necesidad de nuevos desarrollos urbanísticos ni la ocupación de más suelo.

Una oportunidad única para mejorar el mercado

La propuesta la hizo pública Rocío Albert, consejera de Economía, Hacienda y Empleo de la Comunidad, durante su participación en un curso de verano del CEU en San Lorenzo de El Escorial.

Según Albert, muchas oficinas permanecen sin uso desde la pandemia, en parte porque el trabajo remoto ha cambiado de forma estructural las necesidades laborales.

"Si ahora mismo no se necesitan tantas oficinas como antes, porque la tecnología ha cambiado la forma de trabajar, permite que esas oficinas se conviertan en viviendas", sostuvo la funcionaria, que defendió también la necesidad de que esta reconversión sea ágil y viable.

Este enfoque permitiría reactivar edificios en desuso, optimizar el parque inmobiliario existente y, lo más importante, generar nuevas viviendas en zonas urbanas consolidadas, sin agotar suelo nuevo ni esperar largos plazos de construcción.

Críticas a la ley estatal de viviendas

Albert criticó duramente la actual Ley estatal de Vivienda, a la que calificó como "perversa". Según la consejera, esta legislación genera inseguridad jurídica entre propietarios y frena el mercado del alquiler, provocando que muchas viviendas permanezcan vacías.

En este sentido, afirmó que hay alrededor de 400.000 viviendas en la región que no se ofrecen en alquiler debido a la incertidumbre que genera el marco normativo vigente. "Y no se van a poner en alquiler mientras la ley de alquiler siga siendo la que es", remarcó.

La Comunidad de Madrid, frente a esta situación, apuesta por un modelo que incentive la puesta en uso del stock existente, al mismo tiempo que reclama desarrollos urbanísticos más sencillos y una defensa de la vivienda pública regional.

Una solución que ya exploran otras ciudades

La reconversión de oficinas en viviendas no es solo una salida para Madrid. Ciudades como Barcelona, Londres o Nueva York también exploran estrategias similares ante la misma presión: una alta demanda residencial y un exceso de espacios de oficina infrautilizados.

En el caso madrileño, esta medida permitiría además avanzar hacia un modelo más sostenible y compacto, reduciendo desplazamientos, dinamizando barrios con poca actividad y dando nuevos usos a inmuebles obsoletos.

Para los urbanistas, se trata de una oportunidad para repensar el equilibrio entre los usos comerciales y residenciales. El reto estará en hacerlo viable desde el punto de vista legal, técnico y financiero, ya que no todos los edificios de oficinas están preparados para convertirse en viviendas.

Para lograrlo, el Gobierno regional deberá facilitar normativas más flexibles, incentivar fiscalmente la transformación y garantizar que estas nuevas viviendas respondan a estándares de calidad y accesibilidad.