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En un esfuerzo por adaptar el sistema de pensiones a la realidad demográfica y económica actual, el Gobierno de España ha implementado modificaciones en la edad de jubilación que afectan a diversos sectores. Estas reformas buscan garantizar la sostenibilidad del sistema y ofrecer mayor flexibilidad a los trabajadores que deseen prolongar su vida laboral.

A partir del 1 de enero de 2025, la edad ordinaria de jubilación se sitúa en 66 años y 8 meses para aquellos trabajadores que no hayan alcanzado los 38 años y 3 meses de cotización. Sin embargo, quienes hayan cotizado 38 años y 3 meses o más, podrán jubilarse a los 65 años.

Este ajuste forma parte de un plan progresivo que culminará en 2027, cuando la edad de jubilación ordinaria se establecerá en 67 años para quienes no alcancen el mínimo de cotización requerido.

Funcionarios públicos: ampliación de la edad de jubilación forzosa

Tradicionalmente, la jubilación forzosa para los funcionarios públicos se declaraba al cumplir los 65 años. No obstante, existían excepciones para ciertos cuerpos, como los docentes universitarios, magistrados, jueces y fiscales, cuya edad de jubilación forzosa se extendía hasta los 70 años.

Recientemente, el Gobierno ha propuesto ampliar esta edad máxima hasta los 72 años para aquellos funcionarios que deseen continuar en activo de forma voluntaria. Esta medida busca aprovechar la experiencia de los empleados públicos y responder a las necesidades de una administración en constante cambio.

Jubilación demorada: cuánto más se cobra por retrasar el retiro

Para los trabajadores del sector privado, la jubilación demorada se presenta como una opción atractiva. Aquellos que decidan prolongar su vida laboral más allá de la edad ordinaria de jubilación pueden beneficiarse de incrementos en su pensión.

Por cada año adicional trabajado, se ofrece un aumento del 4% en la pensión anual o una cantidad fija que puede oscilar entre 5000 y 12.000 euros, dependiendo de los años cotizados y la base reguladora. Estos incentivos buscan fomentar la permanencia en el mercado laboral y aliviar la presión sobre el sistema de pensiones.

Cambios en la jubilación parcial y compatibilidad con el empleo

Otra de las novedades introducidas es la jubilación parcial, que permite a los trabajadores reducir su jornada laboral y comenzar a percibir una parte de su pensión. Esta modalidad es especialmente beneficiosa para aquellos que desean una transición gradual hacia la jubilación completa.

Además, se han flexibilizado las condiciones para compatibilizar el cobro de la pensión con la realización de actividades laborales, facilitando así una mayor flexibilidad en el retiro laboral.