La Oficina de Prensa del Vaticano ha informado que el papa Francisco no participará en el inicio de la Semana Santa. En su lugar, la celebración litúrgica fue presidida por el cardenal argentino Leonardo Sandri, quien probablemente se encargue también de la misa del Domingo de Resurrección.
De todos modos, el Santo Padre, que sigue convaleciente por sus problemas de salud, apareció sin que estuviera previsto ante los fieles en la Plaza de San Pedro del Vaticano, al término de la celebración de la misa del Domingo de Ramos.
El pontífice, de 88 años, apareció en la silla de ruedas y sin las cánulas nasales para el oxígeno para saludar a los fieles. Pero esa no fue la unica sorpresa. Aunque Francisco se encuentra en estado de reposo, día a día toma decisiones y firma documentos eclesiásticos con anuncios y modificaciones.
La importante decisión que ha tomado el papa Francisco
El papa Francisco aprobó este lunes el decreto en el que reconoce las "virtudes heroicas" del español Antoni Gaudí, conocido como el "arquitecto de Dios" por su trabajo en el diseño de la Sagrada Familia de Barcelona.
El Santo Padre de la Iglesia Católica, que se encuentra aún convaleciente de su infección respiratoria, recibió al prefecto del Dicasterio de la Causa de los Santos, Marcello Semeraro, y firmó algunos decretos, entre ellos el del arquitecto catalán nacido el 25 de junio de 1852 y fallecido el 10 de junio de 1926 en Barcelona.
El camino hacia la santidad tiene varias etapas: la primera es ser declarado "Venerable siervo de Dios", título que se da a una persona fallecida a la que se reconoce "haber vivido las virtudes de manera heroica"; la segunda, beato y la tercera santo.
Para que un venerable sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión, y para que sea canonizado o hecho santo se precisa un segundo milagro obrado por intercesión, después de ser proclamado beato.
El proceso de beatificación del arquitecto se impulsó hace 30 años por la Asociación para la probeatificación de Antonio Gaudí, fundada en 1992 y presidida por José Manuel Almuzara, mientras que posteriormente el cardenal y arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, constituyó la Asociación Canónica que tomó el relevo de la de carácter civil.
Según la Asociación Canónica, Gaudí fue "testimonio de fe, hombre de fe, gran observador de la naturaleza y arquitecto genial y se ha convertido en una figura universal de la arquitectura moderna. Su aportación a esta disciplina rompió con los esquemas establecidos. El testimonio de fe que ofreció en vida, ha quedado plasmado en su obra más importante, la Sagrada Familia de Barcelona".
Una cuenta pendiente del Vaticano
En marzo del año 2000, la Santa Sede había autorizado la apertura formal del proceso diocesano de beatificación que llevó a constituir el correspondiente tribunal para investigar la fama de santidad.
En el viaje a España en 2010, el papa Benedicto XVI, cuando consagró la Sagrada Familia, lo definió como un "arquitecto genial y cristiano consecuente" que "superó la escisión actual entre la conciencia humana y la conciencia cristiana, entre la existencia en este mundo temporal y la apertura a una vida eterna, entre la belleza de las cosas y Dios como la Belleza".
Con información de EFE