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La Unión Europea ha dado un paso clave en la regulación de sustancias químicas presentes en productos de uso cotidiano. Este lunes 1 de septiembre entró en vigor la prohibición del óxido de difenilfosfina (TPO) y el dimetil-p-toluidina (DMTA), compuestos que hasta ahora se utilizaban en esmaltes y geles semipermanentes para las uñas.

La medida responde a la creciente preocupación sobre los riesgos para la salud asociados al contacto prolongado con estos químicos. Según los estudios más recientes, estas sustancias han demostrado ser "carcinógenas, mutágenas o tóxicas para la reproducción", por lo que su uso ha sido vetado en todos los países de la Unión Europea.

La decisión busca proteger tanto a los profesionales de la estética como a los consumidores que emplean estos productos de manera frecuente.

El reglamento que respalda esta prohibición fue aprobado en mayo de 2024 y actualiza el marco legal de los cosméticos en Europa, sumando estas dos sustancias a la lista negra de compuestos restringidos. De este modo, cualquier esmalte semipermanente que las contenga ya no podrá venderse ni utilizarse dentro del mercado europeo.

Reglamento europeo sobre cosméticos y sustancias peligrosas

La nueva normativa está recogida en el Reglamento (UE) 2025/877, que regula el uso en los productos cosméticos de determinadas sustancias clasificadas como peligrosas. En concreto, se actualiza el Reglamento 1223/2009 sobre cosméticos, que ya contemplaba otras restricciones a químicos vinculados a efectos graves en la salud.

La Comisión Europea aclaró que esta iniciativa llega tras varios informes científicos que comprobaron los efectos adversos de estas sustancias en casos de exposición continuada.

Una de las preocupaciones principales es el riesgo para los trabajadores de salones de belleza que manipulan estos esmaltes de forma habitual, aunque también se advierte a los usuarios que los emplean de manera recurrente en casa.

Desde este 1 de septiembre, además de la prohibición en la venta, la recomendación para los consumidores es clara: cualquier persona que tenga en su poder esmaltes semipermanentes con TPO o DMTA debería dejar de utilizarlos de inmediato.

Disruptores endocrinos: un debate que va más allá de los cosméticos

El caso de estas dos sustancias se enmarca en un debate mayor: la exposición de la población a disruptores endocrinos presentes en productos de uso diario. Estos compuestos alteran el sistema hormonal y pueden provocar problemas de fertilidad, obesidad, diabetes e incluso ciertos tipos de cáncer.

Al respecto, el catedrático de Medicina Nicolás Olea señaló en una entrevista con El País: "Muchos cosméticos y perfumes llevan disruptores endocrinos, así que las embarazadas deberían evitar todos los que los lleven; hay que buscarlos sin dimeticona, canfeno y fenoxietanol. Este último se encuentra también en el gel hidroalcólico para las manos. También hay que alejarse de aquellos que lleven benzofenonas, parabenos y filtros ultravioletas".

Una normativa que marca precedentes en Europa

La prohibición del TPO y DMTA en la Unión Europea es un ejemplo de cómo las actualizaciones científicas pueden derivar en regulaciones más estrictas para proteger la salud pública.

Si bien algunos expertos consideran que estas medidas suelen llegar con lentitud, el hecho de que los estudios recientes hayan sido incorporados en la legislación en apenas unos meses muestra una creciente sensibilidad de las autoridades frente a los riesgos químicos.

La medida también refuerza la vigilancia del mercado cosmético europeo, uno de los más grandes del mundo, y envía una señal a la industria sobre la necesidad de desarrollar alternativas seguras y sostenibles.

Para los consumidores, el mensaje es claro: revisar las etiquetas, priorizar productos libres de sustancias cuestionadas y mantenerse informados sobre los riesgos que pueden esconder los cosméticos de uso habitual.