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En una era caracterizada por el consumismo, las redes sociales y la constante comparación, las enseñanzas de Epicuro nos instan a regresar a lo esencial, a apreciar los momentos simples y a perseguir una vida repleta de significado y autenticidad.

A menudo, al reflexionar sobre la filosofía griega, nuestra mente se dirige rápidamente hacia el estoicismo o el platonismo. Sin embargo, existe una escuela de pensamiento que, aunque menos reconocida, ofrece enseñanzas igualmente valiosas para la vida contemporánea: el epicureísmo.

Fundado por Epicuro en el siglo IV a.C., el epicureísmo es una filosofía que se enfoca en la búsqueda de la felicidad y la tranquilidad a través de la satisfacción de deseos simples, el entendimiento del mundo y la conexión con otros.

Principios del epicureísmo que podrían "salvar" la vida en un mundo moderno lleno de complicaciones

  • La búsqueda de placeres sencillos: a diferencia de la concepción errónea de hedonismo desenfrenado, los epicúreos persiguen placeres simples y naturales. Una comida con amigos, la contemplación de la naturaleza, la lectura de un buen libro. Estos placeres sencillos, según Epicuro, son la clave para una vida feliz.
  • Evitar el dolor innecesario: la vida ya presenta suficientes desafíos, por lo que no tiene sentido añadir más a través de deseos insaciables o relaciones tóxicas. En su lugar, deberíamos aprender a evitar fuentes de dolor innecesario y complicaciones que no nos aportan verdadero valor.
  • Entendimiento del mundo: Epicuro sostenía la importancia de comprender el mundo a través de la razón y la ciencia. Al entender cómo funciona el mundo, podemos liberarnos de supersticiones y miedos irracionales que obstaculizan nuestra plena existencia.
  • Amistad como esencial para la vida buena: para Epicuro, la amistad no era simplemente un lujo, sino una necesidad para alcanzar una vida plena. En la compañía de buenos amigos, encontramos apoyo, amor y una fuente de verdadero placer.
  • Afrontar la muerte sin temor: una de las contribuciones más significativas del epicureísmo es su perspectiva sobre la muerte. Epicuro enseñaba que no deberíamos temer a la muerte, ya que cuando existimos, la muerte no está presente y cuando la muerte está presente, nosotros no existimos. En otras palabras, la muerte no es una experiencia que debamos vivir, por lo que el temor hacia ella es infundado.