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Las constantes adversidades que se afrontan a diario en la actualidad generan estrés y, en consecuencia, se generan problemas como el insomnio. Por eso, una experta en sueño elaboró una lista con 5 hábitos sencillos para dormir mejor y aumentar la calidad del descanso.

Lo novedoso de estos hábitos saludables es que, una vez incorporados a la rutina diaria, brindan muchos beneficios al momento de dormir, y lo mejor de todo es que no son difíciles de implementar.

¿Cuáles son los 5 hábitos que ayudan a dormir mejor y aumentar la calidad del descanso?

Jana Fernández es experta en dinámicas del sueño y es ella quien sostiene que la mayoría de los problemas al momento de descansar se relacionan con las costumbres y el estilo de vida de cada persona.

Según la especialista, el sueño es un proceso complejo que incluye factores variados, los cuales pueden afectar a su calidad. A continuación, una lista de 5 hábitos propuestos por Jana Fernández para alcanzar un descanso de calidad de manera permanente.

Sincronizar los horarios de actividad

Según la experta, es fundamental coordinar los horarios de actividades con los ritmos naturales del cuerpo, puntualizando en los 4 relojes fundamentales que establecen los ritmos de vida. Estos son:

  • Reloj ambiental
  • Reloj interno
  • Reloj social
  • Reloj laboral

Asimismo, quienes trabajan en horarios rotativos deben prestar especial atención a su alimentación y a sus ejercicios, así como mantener una higiene del sueño adecuada.

Establecer horarios regulares para dormir y despertar

Esto ayuda a regular el ciclo sueño-vigilia, que es uno de los llamados ritmos circadianos. En ese sentido, Fernández indica que el sueño es un proceso rítmico, por lo que el cerebro se beneficia de la consistencia.

Entonces, evitar los cambios bruscos en los horarios de sueño, incluso durante el fin de semana, contribuye a un descanso de mayor calidad y permite una mayor eficacia de los siguientes procesos:

  • Regeneración
  • Fortalecimiento del sistema inmunológico
  • Consolidación de la memoria.

Reducir el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir

La luz azul de estos artefactos dificultan la transición al sueño. Además, las actividades que se realizan en ellos, como revisar correos o consumir contenido emocionalmente intenso, estimulan al cerebro, lo que dificulta el proceso de relajación.

La recomendación en este caso es evitar el uso de estos dispositivos al menos una hora antes de dormir, ya que ayuda a reducir la activación mental y emocional, y favorece un descanso más profundo.

Cenar de forma ligera y a una hora adecuada

Las cenas copiosas o ricas en alimentos ultraprocesados pueden dificultar la digestión y, en consecuencia, afectar el descanso. Además, el alcohol y los productos estimulantes no son recomendables, ya que interfieren con la fase de sueño profundo.

Controlar el estrés y la ansiedad

La experta indica que preparar el cuerpo y la mente para el descanso comienza desde el inicio del día. Incluir momentos de relajación y evitar la multitarea permite, con el paso del tiempo, reducir la hiperactividad del sistema nervioso.

Asimismo, se recomienda incorporar hábitos relajantes como leer, escribir en un diario o practicar ejercicios de respiración, ya que pueden ayudar a desconectar y facilitar un descanso reparador.