Cuando pensamos en multas de tráfico, lo primero que nos viene a la mente son las sanciones por exceder la velocidad, usar el móvil al conducir, el consumo de alcohol o drogas, o ignorar señales como semáforos o stops.
Sin embargo, hay otras infracciones menos habituales que pueden sorprendernos, como tener el vehículo demasiado sucio. Esta falta puede generar multas que varían entre los 80 y 200 euros, según la gravedad de la situación.
Las multas por tener sucio el coche
El artículo 84 del Código de Circulación establece que se pueden imponer sanciones si las autoridades detectan "deficiencias que representen un riesgo grave para la seguridad vial". Así que, si partes esenciales de tu coche están muy sucias, podrías enfrentarte a un encuentro desagradable con los agentes de tráfico.
Además, si elementos como el limpiaparabrisas no funcionan adecuadamente por la suciedad, las autoridades incluso pueden retener el vehículo.
Si la matrícula no es legible debido a la suciedad, la sanción puede ascender hasta 200 euros. Es esencial que esté limpia y que letras y números sean fácilmente identificables, tanto para los agentes de tráfico como para los sistemas de vigilancia de la DGT.
¿Qué es tener "el coche sucio" para la DGT en España?
En España, la DGT no tiene una definición específica y detallada de lo que se considera "un coche sucio" en el sentido de cuánto polvo o barro puede tener. Sin embargo, la preocupación principal de la DGT es la seguridad vial.
Por lo tanto, lo que se considera relevante para la DGT en cuanto a la limpieza del vehículo son aquellos casos en los que la suciedad pueda comprometer la seguridad en la carretera.
Algunos de los aspectos más relevantes son:
Matrícula no legible: Es fundamental que la matrícula esté clara y legible en todo momento. Una matrícula sucia o cubierta de barro puede suponer una multa, ya que debe ser fácilmente reconocible por otros conductores, agentes de tráfico y sistemas automáticos de control.
Visibilidad reducida: La suciedad en los parabrisas, ventanas o espejos retrovisores que afecte la visibilidad del conductor es motivo de sanción. Es esencial que el conductor tenga una visión clara de la carretera y de su entorno.
Luces obstaculizadas: Las luces delanteras, traseras, intermitentes o de freno deben funcionar correctamente y ser visibles. Si están cubiertas de suciedad y no pueden cumplir su función adecuadamente, esto puede ser motivo de multa.
Funcionamiento inadecuado de sistemas: Si el limpiaparabrisas, por ejemplo, no puede funcionar correctamente debido a la acumulación de suciedad, eso podría ser motivo de sanción.
En resumen, lo que la DGT busca es asegurarse de que todos los vehículos en la carretera no presenten un riesgo para la seguridad vial debido a la suciedad acumulada. Por lo tanto, aunque no haya una definición concreta de "coche sucio", cualquier situación en la que la suciedad comprometa la seguridad es susceptible de sanción.