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La cuestión sobre la existencia de Dios se erige como uno de los grandes interrogantes de la humanidad. Su relevancia se mantiene inalterable en la actualidad, desempeñando un papel central en los debates históricos, filosóficos y científicos.

En este contexto, el renombrado Albert Einstein, figura que ha transformado el rumbo de la ciencia, dedicó tiempo a reflexionar sobre este tema. Existe un documento escrito por el físico alemán que, según Peter Klarnet, especialista en libros y manuscritos de la casa de subastas Christie's, se considera "una de las declaraciones definitivas en el debate de religión contra ciencia".

Este documento es La carta sobre Dios, un manuscrito fechado el 3 de enero de 1954, un año antes del fallecimiento de la mente que formuló la Teoría de la Relatividad, el cual fue subastado en 2018 por Christie's a un precio de USD 2.892.500.

Contenido de la carta de Albert Einstein sobre Dios

Como se indica en National Geographic España, en esta carta Einstein "expresa sus reflexiones sobre la religión, su identidad judía y su propia búsqueda del sentido de la existencia".

El documento de 1954, dirigido al filósofo religioso Erik Gutkind, es conocido como la "carta de Dios" y contiene una revelación significativa que ilumina el debate teológico.

En este escrito, el científico más destacado del siglo XX afirma:

"La palabra Dios no es más que para mí la expresión y el producto de la debilidad humana; la Biblia es una colección de leyendas honorables, aunque en su esencia son primitivas y, en gran medida, infantiles".

¿Cómo concebía Einstein a Dios?

La postura de Einstein respecto a la religión ha sido objeto de un extenso análisis y debate a lo largo de la historia.

En la obra "Einstein, el hombre y su obra" de G. J. Whitrow, se documenta la respuesta a la interrogante "¿cree Ud. en Dios?", formulada por el rabino Herbert Goldstein de la Institutional Synagogue, al renombrado físico.

"Creo en el Dios de Spinoza, que se identifica con el orden matemático del Universo. No creo en un Dios que se preocupe por el bienestar y las acciones morales de los seres humanos, o algo en tal sentido."

En este contexto, Einstein sostenía que la cuestión sobre la existencia de Dios era la "más difícil del mundo" y no podía ser respondida "simplemente con un sí o un no".