¿Alguna vez te has preguntado por qué sucede esto? Hemos traído para ti la explicación científica a esta cuestión. Los expertos afirman que los gusanos de oído son la razón por la que continuamos tarareando la misma canción a lo largo del día.
A menudo, nos encontramos tarareando una melodía que escuchamos en algún lugar por la mañana. La melodía persiste en nuestra mente durante el resto del día. Nuestro cerebro nos lleva de regreso a esa melodía, incluso cuando estamos inmersos en el trabajo en la oficina o regresando a casa tras un día agitado.
Los "gusanos de oído" no son un tipo de gusano real ni una criatura, sino que se manifiestan como parásitos en el sentido de que se instalan en nuestra mente, provocando una picazón cognitiva o cerebral, lo que activa la corteza auditiva.
Mecanismos de la corteza auditiva y su funcionamiento
Una región del cerebro conocida como corteza auditiva se activa al escuchar música. Investigadores de la Universidad de Dartmouth han descubierto que, al reproducir una sección de una melodía familiar a los participantes del estudio, su corteza auditiva completaba de manera espontánea el resto de la canción; en otras palabras, sus cerebros continuaban "cantando" mucho después de que la música había cesado. La única forma de aliviar esta necesidad cerebral es repetir la canción en nuestra mente de manera continua.
Existen diversas explicaciones sobre por qué ciertas melodías se quedan grabadas en nuestra mente. Según algunos investigadores, la música que se repite en nuestra cabeza es similar a los pensamientos reprimidos; cuanto más intentamos evitar pensar en ellos, más persistentes se vuelven. Otros especialistas sugieren que los "gusanos de oído" son simplemente una forma de mantener el cerebro activo durante momentos de inactividad.
Formas de aliviar la "picazón cerebral"
James Kellaris, profesor de marketing en la Facultad de Administración de Empresas de la Universidad de Cincinnati, ha llevado a cabo investigaciones sobre los gusanos de oído y la picazón cerebral. Hace más de 20 años, confirmó que el 99% de la población ha experimentado este fenómeno.
Es interesante notar que no existe un método infalible para erradicar la melodía que se repite en nuestra mente durante un periodo prolongado.
Algunas canciones se desvanecen tras un tiempo, mientras que otras pueden persistir en nuestra memoria durante días. No obstante, si una melodía en particular resulta especialmente molesta, siempre se puede optar por sustituirla por otra más armoniosa.