Los lunares son lesiones cutáneas muy comunes que la mayoría de personas desarrollan a lo largo de la vida, pero distinguir entre un lunar benigno y uno potencialmente maligno puede ser crucial para la detección temprana del melanoma y la prevención de la propagación de un cáncer de piel.
El 23 de mayo se celebró el día mundial de la prevención contra el melanoma, un tipo de cáncer peligroso y agresivo que se origina en las células de la piel que producen el pigmento natural. Según la previsión de la Red Española de Registro del Cáncer, en 2025 se diagnosticarán 9400 casos nuevos.
Uno de los principales factores para la prevención de este tipo de cáncer es revisar las manchas o lunares del cuerpo y observar si cambian de forma o de color. Según informó el oncólogo Juan Carlos Quero en entrevista con Tatiana Domínguez para Telecinco, este factor es esencial y una detección temprana de cualquier lunar potencialmente maligno puede marcar la diferencia.
¿Cuándo un lunar nos debe preocupar?
Según explicó Juan Carlos Quero, uno de los factores elementales para la prevención del melanoma es la protección de la piel ante las altas radiaciones solares. "Este tipo de tumores por parte son evitables, porque el 95% los causa el sol, los rayos del sol. El problema es que si no se detecta a tiempo y hay metástasis, aproximadamente 1000 personas al año pueden fallecer a causa de este cáncer en España", añadió el oncólogo. También completó una lista con sus recomendaciones ante los rayos solares:
- Utilizar crema solar de factor 50.
- Cubrirse con protección solar cada dos horas al sol.
- Al salir del agua, cubrir la cabeza con sombreros o gorras.
- Una vez secos, volver a renovar la protección solar.
El especialista recomienda evitar el sol en grandes cantidades y sobre todo sin la protección necesaria, como gorras, sombrillas o crema solar. A su vez, explicó que si las personas observan un lunar con aspecto feo o que cambie de color, ahí deberán acudir al médico.
Según el oncólogo Juan Carlos Quero, siempre que un lunar crezca de tamaño, cambie de color, pique o cambie de aspecto, se deberá acudir al médico para que un especialista valore la situación. "Si ves que tienes un lunar que no te gusta, ahí es cuando debes acudir al médico", sentenció Quero.
Cuáles son las señales de alarma en los lunares
Existen cambios específicos que pueden indicar que un lunar desarrolla características malignas y requiere evaluación médica urgente. Los lunares se vuelven preocupantes cuando experimentan modificaciones en su apariencia o comportamiento común. Entre las señales más habituales se encuentran:
- Cambios de color: sobre todo cuando aparecen tonalidades rojizas, blanquecinas o azuladas sobre lesiones previamente oscuras.
- Crecimiento desigual: un lunar que se diferencia del crecimiento uniforme que caracteriza a otros lunares.
- Cambios en la forma, textura o altura del lunar: este tipo de modificaciones deben generar una preocupación inmediata.
- Síntomas adicionales: la picazón, el sangrado o la formación de costras pueden indicar una transformación maligna.
Es crucial entender que estos cambios pueden estar relacionados con diversos factores, como irritaciones superficiales. Pero cuando son intrínsecos al lunar, requieren evaluación dermatológica.
La regla infalible para diagnosticar el peligro de tus lunares
La regla del ABCDE constituye una herramienta mnemotécnica para evaluar si un lunar presenta características sospechosas de melanoma. Cada letra corresponde a un factor distinto a tener en cuenta.
Asimetría
La "A" se refiere a la asimetría. Los lunares benignos son generalmente simétricos, por lo que la presencia de asimetría debe sospechar un posible melanoma. La asimetría se puede manifestar en diferencias de forma, elevación o pigmentación entre las distintas partes del lunar.
Bordes irregulares
La "B" corresponde a bordes irregulares, otra característica distintiva de las lesiones malignas. Los lunares benignos suelen presentar bordes lisos y bien delimitados, mientras que los melanomas suelen tener bordes irregulares, desiguales, dentados o poco definidos.
Color
El criterio "C" se refiere a los cambios de color, uno de los indicadores más significativos de malignidad en las lesiones pigmentadas. Los lunares benignos mantienen un color uniforme, mientras que los melanomas presentan múltiples colores o una distribución desigual de la pigmentación
Diámetro
El diámetro, representado por la "D", establece que los lunares con un diámetro igual o mayor a 6 milímetros requieren vigilancia especial. Aunque no todos los melanomas superan esta medida, los lunares de mayor tamaño tienen más probabilidad de ser malignos.
Evolución
La "E" de evolución es considerada como el criterio más relevante de la regla ABCDE. Los lunares benignos conservan su aspecto a lo largo del tiempo, mientras que cualquier cambio en tamaño, forma, color, elevación u otros rasgos debe considerarse sospechoso.