En lo profundo de un frondoso bosque de la República Checa, una caminata común se convirtió en un acontecimiento histórico. Lo que parecía una jornada habitual en la montaña terminó con un descubrimiento de gran valor arqueológico y económico.
La aparición fortuita de un antiguo cofre ha puesto en marcha una investigación que podría reescribir parte de la historia reciente de Europa Central.
Un cofre enterrado en el bosque durante más de un siglo
El inesperado hallazgo se produjo en la cima de Zviina, la montaña más alta de las Podkrkonoší, cuando dos senderistas descubrieron, entre piedras apiladas, un contenedor parcialmente expuesto. Al examinarlo, encontraron en su interior 598 monedas de oro organizadas cuidadosamente en once filas, envueltas en tela negra. Además del numeroso conjunto de monedas, el cofre contenía objetos personales como pulseras, cajas de rapé, una polvera, una cadena y un peine antiguo, todos ellos en un excelente estado de conservación.
El análisis inicial estuvo a cargo del Museo de Bohemia Oriental, cuyos arqueólogos confirmaron que se trataba de un tesoro excepcional. En total, se recuperaron más de 7 kilos de oro con monedas fechadas entre 1808 y 1915, la mayoría procedentes de regiones franco-belgas, balcánicas y del antiguo Imperio Otomano. Sorprendentemente, no se encontró ninguna moneda alemana entre ellas, lo que llamó la atención de los especialistas.
El origen de las monedas de oro y las teorías tras el hallazgo
Las monedas llevaban grabadas las efigies del emperador austrohúngaro Francisco José I, lo que sitúa el tesoro en el contexto de la Primera Guerra Mundial. Además, algunas presentan pequeñas marcas que indican su paso por Serbia entre las décadas de 1920 y 1930. Esta información ha sido clave para plantear varias hipótesis sobre el origen y propósito del tesoro.
Entre las teorías más plausibles se baraja que pudiera haber pertenecido a un ciudadano checo que huyó durante la ocupación nazi en 1938, o bien a un alemán que intentó esconder sus bienes tras el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945. Otra posibilidad es que se tratara de una reserva privada oculta antes de la reforma monetaria de 1953. Aunque se consideró la hipótesis de un posible robo a una tienda de antigüedades, esta fue finalmente descartada.
El director del museo, Petr Grulich, y el experto numismático Vojtch Brádle, han coincidido en señalar que se trata de un hallazgo sin precedentes. La diversidad de procedencias y el estado intacto del conjunto refuerzan la idea de que podría tratarse de un fondo de inversión privado, cuidadosamente oculto y olvidado con el paso del tiempo.