En busca de alertar a los usuarios sobre riesgos de estafas y robos en los cajeros automáticos, la Guardia Civil de España lanzó una campaña de sensibilización debido al aumento de estos casos de vulnerabilidad y en los que se debe tomar medidas de precaución.
La más común de las técnicas fraudulentas es la "trampa libanesa" en la que los ladrones colocan un dispositivo en la ranura de la tarjeta para que no puedas sacarla. Ante esto, la Guardia Civil propone medidas clave, como no ir de noche y solo, entre otras.
Consejos vitales de la Guardia Civil para utilizar los cajeros automáticos
La Guardia Civil de España recomienda, en primer lugar, estar siempre alerta al utilizar un cajero automático. La seguridad no depende únicamente de los dispositivos, sino de la precaución que cada persona tome al interactuar con ellos y así evitar errores y robos.
La benemérita ha puesto a disposición del público una serie de consejos vitales que deben ser seguidos para prevenir ser víctima de cualquier tipo de robo o fraude.
- Evitar usar cajeros automáticos en lugares desiertos o durante la noche. A estas horas, la falta de personas en las cercanías puede facilitar la acción de los delincuentes.
- Ir acompañado siempre que sea posible, sobre todo cuando se utilicen cajeros ubicados en zonas poco transitadas.
- Cubrir el teclado con una mano o cualquier otro objeto mientras se introduce el PIN, para evitar que cámaras ocultas o personas ajenas puedan observar la clave.
- Rechazar cualquier oferta de ayuda de desconocidos. Aunque parezca un gesto amable, podría ser un intento para distraerte mientras se lleva a cabo un fraude.
Es fundamental revisar los cajeros antes de usarlos. La Guardia Civil hace hincapié en la importancia de verificar que no haya dispositivos adicionales colocados en el cajero automático como los skimmers, los cuales sirven para copiar los datos de las tarjetas bancarias.
La trampa libanesa: cómo identificarla y evitarla
Una de las estafas más comunes en los cajeros es la llamada trampa libanesa. Este método fraudulento consiste en colocar un dispositivo en la ranura de la tarjeta del cajero automático, lo que impide que la tarjeta se retire con normalidad.
Una vez que la víctima se percata del problema, es habitual que un desconocido se acerque ofreciendo ayuda para "solucionar" el inconveniente, pero en realidad, el objetivo es distraer al usuario mientras se extrae la tarjeta o se copian los datos de la misma.
Para evitar caer en esta trampa, la Guardia Civil aconseja revisar cuidadosamente la ranura, el teclado y la pantalla del cajero automático antes de usarlo. Si encuentras piezas flojas o algo fuera de lugar, lo mejor es abandonar el cajero y buscar otro más seguro.
En caso de que el cajero no funcione correctamente o retenga la tarjeta sin razón, no aceptes la ayuda de nadie, incluso si parece una persona confiable. Lo más recomendable es contactar con el banco inmediatamente y bloquear la tarjeta.
Además, activar las alertas automáticas de tu cuenta bancaria, ya sea a través de la aplicación del banco o mediante SMS, te permitirá recibir notificaciones instantáneas sobre cualquier movimiento.