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En España, la pensión de orfandad es una prestación económica de la Seguridad Social destinada a los hijos de personas fallecidas, con el objetivo de compensar la pérdida de ingresos familiares y asegurar su bienestar.

La Seguridad Social ha anunciado que podrán ser beneficiarios de la pensión de orfandad aquellas personas mayores de 60 años, pero en casos excepcionales y si cumplen con los requisitos establecidos. Entre ellos: tener reconocida una discapacidad previa en grado de incapacidad permanente absoluta o gran invalidez antes de cumplir los 21 años.

Cómo cobrar la pensión de orfandad después de los 60 años

Conforme a lo establecido por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, el requisito esencial para que una persona huérfana pueda acceder a la pensión de orfandad es que se le reconozca una incapacidad permanente absoluta o una gran invalidez y que esta situación se haya producido antes de cumplir los 21 años, o mientras ya era beneficiario de la mencionada pensión.

En tales circunstancias, la pensión no se extingue al alcanzar una edad determinada, permitiendo su mantenimiento de manera indefinida. Sin embargo, además de esta condición, será imprescindible cumplir con los siguientes requisitos:

  • Acreditar la incapacidad mediante informes médicos y una resolución oficial del INSS.
  • Demostrar que la incapacidad existía en el momento requerido, aun cuando se reconozca posteriormente al fallecimiento del progenitor.

Por otro lado, el progenitor fallecido también debe cumplir con los requisitos establecidos por la Seguridad Social:

  • Haber cotizado al menos 500 días en los últimos 5 años, si se encontraba en alta o en situación asimilada.
  • No se exige cotización si la muerte fue consecuencia de un accidente laboral o de una enfermedad profesional.

Importancia de la cuantía de la pensión de orfandad

La pensión de orfandad se encuentra sujeta a múltiples factores que influyen en la cuantía de la prestación, incluyendo la base reguladora del progenitor fallecido, las condiciones de la orfandad (simple o absoluta), el número de beneficiarios y las normativas vigentes en la Seguridad Social.

Asimismo, es necesario considerar los siguientes aspectos para determinar la base reguladora del causante, con el fin de establecer qué cantidad de pensión corresponde a su descendiente, quien es el beneficiario legal:

  • Si se encontraba en alta o en situación asimilada al alta, se tomará como referencia su base de cotización, conforme a las reglas específicas establecidas por la Seguridad Social.
  • Si no estaba en alta, la base se calculará sobre las cotizaciones acumuladas a lo largo de su trayectoria laboral.
  • Si era pensionista, se utilizará la cuantía que percibía en concepto de pensión.

De igual manera, en los casos de orfandad absoluta, los individuos que quedan huérfanos de ambos progenitores pueden acceder a un incremento en la cuantía total de la pensión, conforme a los límites establecidos por la Seguridad Social.