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A pesar de haber nacido en Gales y haberse labrado una carrera internacional en el cine hollywoodense, Luke Evans ha encontrado en España un lugar donde establecerse y ha reconocido que le encanta Madrid, como también lo ha hecho Ana de Armas.
Durante su participación reciente en el programa El Hormiguero, Evans habló sobre cómo es su vida cotidiana en la capital española. Instalado desde hace cuatro años en Madrid, el actor disfruta junto a su novio Fran Tomás, un alicantino de 34 años.
Malasaña: el barrio de Madrid que conquistó a Luke Evans
Luke Evans se instaló en pleno centro de Madrid, en el emblemático barrio de Malasaña, a diferencia de Elsa Pataky, quien decidió un barrio muy exclusivo.
Malasaña, perteneciente al distrito Centro, destaca por su atmósfera vibrante y alternativa, llena de bares, cafeterías, tiendas de moda independiente y una oferta cultural muy diversa.
Malasaña se ha consolidado como uno de los enclaves con mayor actividad gastronómica de la ciudad, donde es posible encontrar desde tabernas tradicionales hasta propuestas de autor. La cercanía de plazas como la del Dos de Mayo y su excelente conexión por metro, con estaciones como Tribunal o Noviciado, hacen del barrio un lugar ideal para quienes desean estar en el corazón del dinamismo madrileño.
Evans ha declarado lo mucho que disfruta de este ambiente: le gusta sentarse al sol con un café y observar la vida pasar. Esa calidez y apertura de la gente, ha reconocido, es lo que más le atrajo del estilo de vida español, muy diferente al que experimentó en Londres.
Una vida de lujo en uno de los barrios más caros de la capital
Aunque Malasaña mantiene una imagen bohemia y juvenil, sus precios inmobiliarios reflejan una realidad distinta. Según los últimos datos del portal Idealista, el precio medio del metro cuadrado en este barrio asciende a 7.534 euros, por encima de la media del distrito Centro (6.994 €/m²) y muy por encima de la media general de Madrid (5.467 €/m²). Esto posiciona a Malasaña como una de las zonas más caras de la capital.
La decisión de Luke Evans y su pareja de residir en este barrio responde a una preferencia por la autenticidad del entorno urbano, más que por el lujo ostentoso de urbanizaciones como La Finca o La Moraleja.
De hecho, Evans ha mencionado sentirse acogido por la comunidad madrileña y disfrutar de una vida equilibrada entre el entrenamiento físico, el ocio y una alimentación saludable, aunque no renuncia a sus caprichos, como los kebabs con patatas fritas.
