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Además, en la prédica del día, el Papa Francisco advirtió sobre los peligros de la ambición desmedida y la desconexión humana, contrastando la historia de la Torre de Babel con Pentecostés para resaltar la importancia de la unidad en la diversidad y la colaboración en la construcción de comunidades.

Las palabras del papa Francisco para este viernes

En su reciente prédica, el Papa Francisco reflexionó sobre el pasaje de la Torre de Babel, advirtiendo sobre los peligros de la ambición y la desconexión con la humanidad. "Construimos torres y rascacielos, pero destruimos la comunidad", afirmó.

"Queremos ser amos de la Tierra, pero arruinamos la biodiversidad y el equilibrio ecológico", criticó. Además, destacó que, al ignorar el vínculo con los demás y con el Creador, se corre el riesgo de perder la esencia de lo que significa ser parte de una comunidad. El Papa contrastó la historia de Babel con el evento de Pentecostés, donde "el Espíritu crea la unidad en la diversidad".

En este sentido, enfatizó que, a diferencia de Babel, donde el ser humano se convierte en "mera fuerza-trabajo", en Pentecostés cada individuo es un "instrumento comunitario" que contribuye a la construcción de una comunidad más solidaria y armónica.

Esta visión resalta la importancia de la colaboración y el respeto por la diversidad como pilares fundamentales para el desarrollo humano. Finalmente, Francisco instó a los fieles a reflexionar sobre su papel en la sociedad, recordando que "Dios se hace presente e inspira la fe de la comunidad unida en la diversidad y en la solidaridad".

El evangelio para el viernes 21 de febrero

Lectura del santo evangelio según san Marcos 8, 34-9, 1

En aquel tiempo, Jesús llamó a la multitud y a sus discípulos y les dijo: "El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará.

¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar uno a cambio para recobrarla? Si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras ante esta gente, idólatra y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él, cuando venga con la gloria de su Padre, entre los santos ángeles".

Y añadió: "Yo les aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin haber visto primero que el Reino de Dios ha llegado ya con todo su poder".