

El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha aprobado de manera provisional la construcción del puente SE-40 de Sevilla, una obra que comenzará en 2026. Este tramo forma parte de la autovía de circunvalación SE-40, un anillo metropolitano de 77,6 kilómetros que rodea la capital andaluza.
El puente cruzará el río Guadalquivir a la altura del tramo Dos Hermanas-Palomares y Coria del Río. Conectará los municipios de Dos Hermanas, Sevilla, Palomares del Río y Coria del Río, abriendo un nuevo corredor de movilidad estratégica para el sur de España.
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La magnitud del proyecto, su complejidad técnica y su impacto urbano lo posicionan como una de las infraestructuras más ambiciosas en Europa durante la próxima década.

Un desafío de ingeniería sin precedentes para el país
La singularidad del puente SE-40 de Sevilla reside en el requisito impuesto por la Autoridad Portuaria de Sevilla: el gálibo vertical no podrá ser inferior a los 70,8 metros. Este parámetro garantiza que los grandes buques puedan seguir navegando por el Guadalquivir sin restricciones.
"Para que la propuesta no obstaculice la operatividad del puerto, el organismo ha determinado que el gálibo vertical del puente no puede ser inferior a los 70,8 metros", detalla el informe técnico del Ministerio.
Con esta cifra, el puente se convertirá en el más alto de Europa y el cuarto del mundo en altura libre bajo tablero. Solo lo superan dos estructuras en el Canal de Panamá, con 75 y 80 metros, y el proyectado Puente Salvador Itaparica en Brasil, con 85 metros.
En el contexto europeo, superará al Puente de la Constitución en Cádiz, que posee un gálibo de 69 metros. De este modo, España reafirma su liderazgo en ingeniería civil avanzada.
Un récord europeo por altura libre y diseño innovador
El diseño del puente SE-40 de Sevilla será atirantado, con un tramo central de varios cientos de metros de luz y una longitud total cercana a los cinco kilómetros. De ellos, 3,2 kilómetros se desarrollarán como viaducto sobre el río y sus márgenes.
Además, el proyecto contempla ocho carriles de circulación, cuatro por sentido, lo que permitirá absorber gran parte del tráfico metropolitano y reducir la congestión en el área de Dos Hermanas.
Los responsables técnicos destacan que no se colocarán pilas en el cauce, una decisión que protege tanto la navegabilidad del Guadalquivir como la vegetación de ribera. Esta solución combina funcionalidad, sostenibilidad y armonía paisajística, un enfoque que marca tendencia en la nueva ingeniería europea.
La estructura incorporará también carriles bici, zonas peatonales y corredores verdes, integrando el puente con el entorno urbano y natural. De esta manera, el viaducto no solo cruzará el paisaje, sino que dialogará con él.
¿Cuándo estará listo el puente más alto del continente?
El Ministerio de Transportes confirmó que el tramo atirantado con 70,8 metros de gálibo ya fue adjudicado y que las obras comenzarán en 2026. El proceso requerirá una estricta planificación, tanto por su escala como por la cercanía con la base aérea del Copero y las servidumbres aeronáuticas.
El puente sustituye la alternativa de un túnel bajo el río, descartada por sus altos costos, riesgos geológicos y dificultades de mantenimiento. Esta decisión estratégica reduce los plazos de ejecución y garantiza mayor seguridad estructural.
Además, se prevé que el proyecto impulse la economía local, generando miles de empleos directos e indirectos durante su construcción. Su puesta en marcha consolidará a Sevilla como un referente europeo en innovación de infraestructura.













