En esta noticia

Durante las lluvias y tormentas, lo habitual es buscar refugio en el hogar, donde aparentemente todo parece estar bajo control. Sin embargo, la electricidad generada por los rayos puede llegar a convertirse en un peligro real dentro de casa si no se toman las medidas adecuadas.

Aunque muchos edificios en España cuentan con sistemas de protección como pararrayos o mecanismos contra sobretensiones, estos no garantizan una protección total ante las descargas más potentes.

Electricidad y tormentas: un peligro silencioso en el hogar

Es común desenchufar dispositivos electrónicos como ordenadores o pequeños electrodomésticos durante una tormenta. Sin embargo, un elemento que suele pasar desapercibido y que representa una amenaza directa es el cable de antena de la televisión.

Este cable, al estar conectado a una antena ubicada en zonas elevadas, puede actuar como vía de entrada del alto voltaje generado por un rayo.

Aunque desenchufar la televisión del enchufe principal pueda parecer suficiente, muchos desconocen que el cable de antena sigue siendo una vía activa por la cual puede ingresar la energía de una descarga eléctrica.

Durante una tormenta con componente eléctrico intenso, este cable puede transmitir directamente la carga a los componentes internos del dispositivo, lo que puede ocasionar daños irreversibles o incluso provocar incendios en casos extremos.

El riesgo oculto del cable de antena y su impacto en la energía del hogar

Como se indica, el mayor riesgo en este caso es el cable de antena, el cual continúa siendo funcional a pesar de que la televisión esté apagada o desconectada de la red eléctrica. Este detalle técnico, que a menudo se pasa por alto, explica por qué muchas televisiones resultan dañadas tras una tormenta, aun cuando se ha intentado tomar precauciones mínimas.

Por ello, expertos recomiendan desconectar el cable de alimentación de los aparatos electrónicos y asegurarse de retirar cualquier otro conector, especialmente aquellos que, como el de antena, pueden actuar como conductores involuntarios de electricidad en condiciones meteorológicas extremas.