

El psicólogo Álvaro Bilbao ha comentado en su cuenta de Instagram una experiencia cotidiana que utilizó para darle una valiosa enseñanza a sus hijas. Según explicó Bilbao, durante el segundo día de instituto, su hija menor perdió el autobús por salir unos minutos más tarde de casa.
Este suceso, que a principio puede parecer un simple despiste, sirvió como oportunidad para que el experto le diera una lección sobre responsabilidad, autonomía y aprendizaje dentro del hogar a la joven. Bilbao explicó que una de sus hijas suele prepararse con rapidez cada mañana, mientras la otra tiende a demorarse.
Aquella vez, la más lenta perdió el transporte y regresó pidiendo ayuda: "Papá, he perdido el autobús. ¿Me puedes llevar?". Sin embargo, el neuropsicólogo decidió no hacerlo. "Con todo el dolor de mi corazón, le he dicho que no", reconoció, convencido de que asumir las consecuencias es clave para el desarrollo personal y la madurez emocional.

La enseñanza de un psicólogo para su hija
El neuropsicólogo es consciente de que esto puede parecer "demasiado duro", pero tiene su lógica concreta: enseñar a su hija que "llegar al instituto a su hora es su responsabilidad".
Ante la negativa, la adolescente no tuvo más opción que salir corriendo para llegar al instituto. "Son 30 minutos andando, 15 si fue corriendo", explicó Bilbao. El psicólogo admitió que su decisión no fue sencilla, pero defendió su postura: "Mi trabajo no es caer bien ni ganarme muchos ‘gracias, papi'. A veces, es dejar que la vida les enseñe y ayudarles a hacerse mayor".
El objetivo de Bilbao con su publicación es destacar que educar también implica poner límites y aceptar que, en ocasiones, los hijos deben enfrentarse a las consecuencias de sus actos.
El aprendizaje de responsabilidad luego de perder el autobús
"Esto que te acabo de contar ocurrió en realidad hace justo un año y te puedo asegurar que mi hija no volvió a perder ni un solo autobús durante todo el curso", finaliza Álvaro Bilbao, compartiendo con sus seguidores el éxito de esta enseñanza.
Con este ejemplo, Álvaro Bilbao invita a los padres a reflexionar sobre la importancia de permitir que los hijos aprendan de sus errores, comprendiendo que la responsabilidad no se enseña con palabras, sino con experiencias reales que dejan huella.
En ocasiones, ese deseo de protegerles y resolverles la vida supone un perjuicio a largo plazo. Educar, al fin y al cabo, no consiste en despejarles el camino, sino en darles las herramientas para recorrerlo solos.














