El aceite de oliva se ha convertido en uno de los productos más afectados por la inflación, con un incremento de hasta un 52,5% anual, según detalló EFE. Este aumento lo posiciona por delante de otros alimentos esenciales, como el azúcar, que también ha experimentado un encarecimiento del 42,5%.
Este alimento es fundamental en la dieta mediterránea y forma parte de la canasta básica de los españoles. Sin embargo, su precio ha aumentado considerablemente en los últimos tiempos, lo que ha generado preocupación entre los consumidores.
Para abordar esta problemática, el Gobierno de España implementó una rebaja extraordinaria del IVA en productos esenciales. No obstante, esta medida concluyó el 31 de diciembre de 2024, y, como advirtió FACUA-Consumidores en Acción, se prevé que el aceite de oliva sufra un aumento adicional del 4%.
El sustituto ideal del aceite de oliva
Ante esta problemática, los consumidores han emprendido una búsqueda incesante por obtener el mejor precio posible en los supermercados. Simultáneamente, han comenzado a popularizarse alternativas menos convencionales, tales como el aceite de orujode oliva, de girasol o coco.
Una de las alternativas que ha captado mayor atención es el aceite de palta. Este aceite, extraído de la pulpa del aguacate, se presenta como una opción saludable y práctica, tanto para su uso en la gastronomía como para el cuidado de la piel, ofreciendo un sabor comparable al del aceite de oliva.
El aceite de aguacate está compuesto principalmente por ácidos grasos beneficiosos. De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Guadalajara, este aceite es eficaz para "reducir colesterol total, colesterol LDL (lipoproteína de baja densidad) y triglicéridos en el plasma, tanto en individuos con hipercolesterolemia como en aquellos con diabetes mellitus tipo 2, lo que se traduce en una disminución de los riesgos cardiovasculares".
Usos del aceite de palta en la cocina
El aceite de aguacate se distingue por su notable versatilidad, siendo una opción excelente para aderezar ensaladas, freír o sazonar carnes y pescados. En términos de sabor, presenta un perfil más neutro en comparación con el aceite de oliva y su textura es más densa, lo que lo hace particularmente adecuado para diversas preparaciones culinarias.
Es especialmente recomendable para frituras, ya que puede alcanzar temperaturas superiores a los 200 grados Celsius. Asimismo, resulta beneficioso para acompañar verduras, ya que facilita una mejor absorción de los nutrientes, además de ser una fuente rica en antioxidantes, lo que contribuye a una dieta equilibrada y saludable.