En un clima de creciente tensión, oficialismo y oposición cruzaron ayer duras acusaciones por el crimen del joven militante de la UCR, Jorge Velázquez (22), en Jujuy. Referentes de todo el arco opositor salieron a repudiar el asesinato, alertaron sobre la violencia política que existe en la provincia y pidieron el "esclarecimiento" del caso. Desde el oficialismo, en tanto, acusaron a la oposición de oportunismo y de hacer campaña con la muerte del militante, que había sido baleado en vísperas de las PASO del 9 de agosto en la localidad de San Pedro de Jujuy y falleció este miércoles tras agonizar once días en el hospital Pablo Soria. La fiscal de ese distrito, Silvia Farall, que tiene a su cargo la investigación del homicidio, reveló ayer que hay tres detenidos por el hecho y no descartó que se trate de un caso "con tinte político".
Para pedir justicia, el Comité Nacional de la Juventud Radical y la Mesa Nacional de la Franja Morada convocaron a movilizarse hoy a las 19hs con velas, en Capital Federal frente a la Casa de Jujuy y en todo el país en las plazas centrales.
"La violencia domina en Jujuy. Exigimos esclarecimiento y justicia", reclamó el titular del Comité Nacional de la UCR, Ernesto Sanz, desde su cuenta en la red social Twitter.
El jefe de Gobierno porteño y candidato presidencial por Cambiemos, Mauricio Macri, también calificó de "realmente grave" el caso del joven militante y consideró que esto se enmarca en el "autoritarismo y totalitarismo para ejercer el poder".
El senador por la UCR y candidato a gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, cuestionó el clima de "violencia política" en la provincia, y vinculó el crimen con la agrupación Tupac Amaru de Milagro Sala. Pero desde esa organización kirchnerista revelaron ayer que Velázquez no era afiliado a la UCR sino al Partido Por la Soberanía Popular, que lidera Sala, y calificaron de "canallada" la denuncia de Morales.
La polémica por la afiliación de Velázquez llegó incluso hasta la presidenta Crisitna Kirchner, quien en cadena nacional respaldó anoche a Sala, al asegurar que "no era militante radical". Pero la UCR la desmintió en un comunicado: ratificó que Velázquez estaba repartiendo boletas del partido y explicó que la Tupac Amaru exige a los jóvenes esa afiliación para poder acceder a una escuela pública que maneja la agrupación con fondos del Estado nacional. (Ver aparte).
En tanto, el bloque de diputados nacionales por la UCR, que encabeza Mario Negri, presentó ayer un proyecto de declaración en el que pide a la Cámara baja "su enérgico repudio y su más profundo pesar por la muerte" de Velázquez, al tiempo que anticiparon que el tema será planteado sobre tablas en la sesión del próximo miércoles.
Fue llamativo en todo este tiempo el silencio del gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner, quien recién ayer salió a lamentar lo ocurrido con el militante. "Es un hecho lamentable, golpea duro como el fallecimiento de cualquier persona joven en circunstancias extraordinarias con delito de por medio. Esperamos el esclarecimiento de lo sucedido por parte de la justicia", remarcó.
La fiscal de San Pedro de Jujuy, Silvia Farall, aseguró que investiga todas las posibilidades, incluida la del crimen político. "Desconozco si los detenidos están vinculados a la organización Tupac Amaru y desconozco si el hecho tiene tinte político", afirmó aunque aclaró: "Estamos abiertos a todas las hipótesis y abriremos todo el abanico de posibilidades".
El miércoles pasado, Farall había indicado que Velázquez había sido interceptado por personas que "aparentemente intentaron sustraerle sus pertenencias", versión a la que suscribió la Tupac Amaru al sostener que el joven baleado el 8 de agosto fue "víctima de la inseguridad creciente".