El Gobierno avanza con un cambio en el esquema de subsidios a los servicios públicos de luz y gas. Por un lado, el Poder Ejecutivo busca simplificar el esquema actual. Pero también quiere recortar el gasto destinado en estas subvenciones, lo que significará un incremento en las boletas que pagan los hogares.
La primera decisión del gobierno es eliminar la “segmentación tarifaria”. Ese regimen, implementado por Sergio Massa como ministro de Economía (en la presidencia de Alberto Fernández) dividía a los hogares en tres grupos: ingresos altos (N1), medios (N3) y bajos (N2). De acuerdo a esa categorización, se asignaban o no los subsidios.
Ese esquema se extinguirá y será reemplazado por dos categorías más definidas: subsidiados y no subsidiados.
Los hogares subsidiados, además, recibirán menos beneficios. En el caso de la electricidad, tendrán un descuento del 50% en el costo eléctrico de sus boletas. Pero el mismo no será parejo en todo el año. El descuento correrá para consumos de 150 kWh mensuales en meses de otoño y primavera, pero subirá a 300 kWh mensuales en los momentos de mayor demanda (verano e invierno).
Se calcula que un hogar promedio consume entre 150 kWh y 200 kwh mensuales en meses templados, mientras que puede subir a un rango de entre 300 kWh a 350 kWh cuando hay mayor demanda.
Los consumos que excedan esos bloques pagarán tarifa “plena”, sin descuentos.
“Alivio” 2026
Para atenuar el impacto, en enero de 2026 habrá una bonificación adicional del 25%. De esa forma, el descuento llegaría a un 75% durante el primer mes. Pero ese adicional se irá achicando progresivamente a lo largo del año hasta desaparecer en diciembre.
Podrán acceder a subvenciones en las boletas aquellos hogares cuyos ingresos declarados sean inferiores a tres Canastas Básicas Totales (CBT). Eso implica que habrá descuentos en el costo de la electricidad y el gas para quienes ganen menos de $ $3.641.397.
En el caso del gas, habrá subsidios del 50% en el costo del gas entre abril y septiembre. En cambio, no habrá subsidios entre octubre y marzo, ya que se estima que son meses de bajo consumo porque aumenta la temperatura. De todas formas, también tendrán el alivio temporario del 25% adicional desde enero, que caducará a fin de año.
Este sistema reemplaza la segmentación anterior (que definía tres categorías: N1, N2 y N3), así como la Tarifa Social y el Programa Hogar.
El Gobierno realizará una consulta pública no vinculante para “escuchar propuestas”. La decisión de la secretaría de Energía (que depende del ministerio de Economía, encabezada por Luis Caputo) es recortar el gasto público en subsidios.
Las personas y hogares ya inscriptos en el Registro de Acceso a los Subsidios Energéticos (RASE) serán migradas automáticamente al nuevo régimen. Igual, tendrán la opción de actualizar su información.
Depuración
Según el Gobierno, esta depuración permitirá borrar una serie de errores. Energía detectó 2,6 millones de hogares que estaban catalogados como de ingresos bajos no cumplían los requisitos para tener esos beneficios. En la revisión de Energía, encontraron 370.000 casos registrados a nombre de personas fallecidas y más de 15.500 hogares en countries que recibían subsidios como si fuesen vulnerables.
Los sectores bajos (N2 en el regimen anterior), tenían descuentos del 70% en el costo de la electricidad que consumían y ese porcentaje llegaba a 80% en el caso del gas en AMBA (la ciudad de Buenos Aires más el conurbano), según el Observatorio de Tarifas y Subsidios IIEP (UBA-Conicet).
Los sectores medios (N3) tenían un promedio de 56% de descuento en el costo eléctrico y 75% en el gas.
Los únicos usuarios que venían pagando una tarifa casi completa eran los de altos ingresos.
Las boletas de luz y gas tienen tres componentes: el costo del servicio es el que representa la mayor parte de la factura y es lo que está subsidiado por el Estado nacional. El resto es por las tarifas de transporte y distribución (Edenor-Edesur en AMBA), cuyos importes están regulados y ajustan con un índice algo menor que la inflación.
Garrafas
Los usuarios de gas por garrafas también tendrán cambios. Se trata de 3.364.065 anotados en el Programa Hogar. Es para quienes usan garrafas de 10 kilos o gas propano. Desde enero, deberán inscribirse en el sitio oficial www.argentina.gob.ar/subsidios.
El sistema anterior era “desordenado, injusto y plagado de filtraciones”, según lo caracteriza Energía. “Una gran porción de subsidios se iban para hogares que no eran vulnerables, era algo que debía corregirse de inmediato”, es el razonamiento oficial.
Las “audiencias públicas” servirán para quienes se opongan a la medida hagan conocer sus argumentos. “Si de allí surgen propuestas superadoras, o mejores de las que se proponen, serán escuchadas y quizás incorporadas”, razonan en el Poder Ejecutivo.
La administración de Javier Milei recibió un Estado que destinaba un 1,5% del PBI a las subvenciones para los servicios públicos (luz, agua y gas). Para este año, estima que esa partida representará un 0,65% del PBI. Y el objetivo para 2025 es que sea de 0,5% del total de la economía.
El Gobierno está convencido que, con los cambios, se protegerá a los hogares con ingresos por debajo del umbral de tres CBT, a sectores vulnerables (porque el programa es más “preciso”) y a quienes utilizan garrafas.
En cambio, hay hogares de ingresos medios -que hoy tienen beneficios-, que los perderán.
Corrección
Desde hace un año que el Gobierno viene trabajando en esta reforma, con la asistencia del Banco Mundial. Apuntaba a corregir la situación de millones de hogares mal inscriptos en el registro de subsidios.
El sistema actual de subsidios calculaba que había 4,9 millones de hogares de altos ingresos. Tienen 3 o más autos, tres o más propiedades y poseen otros bienes (barcos, veleros, activos financieros) que permiten inferir que no necesitan subsidios. Esa es la categoría N1.
Este grupo (N1) casi no tenía subsidios. En sus boletas, pagan casi el 90% del costo eléctrico y 76% del gas.También están en esta categoría las personas que no llenaron el registro de subsidios. El Gobierno los supuso de “altos ingresos” por no haber pedido ninguna subvención.
El grupo de hogares más numeroso era el de bajos ingresos. Eran casi 8,5 millones de viviendas, de la categoría N2. Podían consumir un bloque de electricidad “básico” con grandes subvenciones, pero si pagan un poco más cuando se exceden del básico. De todas formas, lo que abonan solo alcanza para cubrir el 26% de los costos.
Había casi tres millones de viviendas identificadas como N3, ingresos medios. Ganan entre $ 1,2 millón y $ 3,6 millones mensuales, tienen hasta dos inmuebles y/o un auto que tiene menos de 3 años de su salida de la fábrica. También cuentan con una cantidad de consumo subsidiado, que se encarece cuando superan ese umbral. De todas formas, lo que pagaban no justificaba ni la mitad del costo que consumen.
Impacto
Los subsidios económicos a agua, energía y transporte mostraron una caída real del 44% anual acumulada a noviembre 2025, según el Observatorio de Tarifas y Subsidios IIEP (UBA-CONICET).
Según este trabajo de los especialistas Alejandro Einstoss y Julián Rojo, las subvenciones a Cammesa -la empresa mayorista administradora del sistema eléctrico- cayeron un 35% real, es decir descontada la inflación. En el caso de Enarsa -que importa gas para los meses de invierno-, las subvenciones retrocedieron un 71%.
Los subsidios explican solo el 6,4% del gasto primario nacional, la mitad que el año anterior, y representan un pilar en el superávit fiscal: un tercio de la mejora del superávit se explica por la baja de subsidios.
Hasta noviembre, los hogares del AMBA pagaban tarifas que cubren en promedio 52% del costo real, mientras el Estado afronta el 48% restante. En el caso de electricidad, el Estado estaba cubriendo un 42% del costo, mientras que en el gas, el Gobierno solventaba un 54% de los costos.
Aunque los usuarios que venían siendo caratulados como N1 (altos ingresos) tuvieron aumentos en sus boletas de más del 500% real en 2024, todavía estaban recibiendo un 11% de subsidio en luz y 24% en gas.
En 2022, los subsidios económicos a estos servicios (y al transporte) alcanzaban los $ 31 billones, según el Observatorio de Tarifas, mientras que proyectaban $ 7,5 billones (alrededor de u$s 500 millones) para 2025.
Solo para comparar, el gobierno de Alberto Fernández destinó más de US$ 12.000 millones en subsidios energéticos durante 2022 y se calcula una cifra similar para 2021. En 2023, habría orillado los u$s 9000 millones, según estimaciones.