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El frente social está en su punto más crítico para el Gobierno. Luego de una noche de acampe ante el Ministerio de Desarrollo Social y una marcha a Trabajo, los movimientos piqueteros más duros contra el presidente Alberto Fernández no fueron recibidos por las autoridades, el Gobierno rechazo la idea de ampliar el cupo de programas asistenciales y en este contexto se profundizará en los próximos días el plan de lucha de los piqueteros.
Ni siquiera hubo un diálogo de sordos entre ambas partes porque no se dieron la oportunidad de reunirse cara a cara. El Ejecutivo entrevé detrás de la protesta en las calles una finalidad política y los movimientos sociales creen que la Casa Rosada se alineó a un "programa de ajuste del FMI".
El ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, fue tajante: "Con la calle cortada no habrá diálogo", dijo. Y abono su estrategia en virtud de que "no es necesario cortar la calle para sentarse a una mesa a dialogar y encontrar soluciones".
De esta manera, Zabaleta dio por cerrada la eventual negociación con los piqueteros que desde ayer protestaron frente al Ministerio. Solo quedó un equipo que dialoga permanentemente con las organizaciones sociales, iglesias y ONGs, y que eventualmente estará dialogando con quienes se movilizaron.
NO MÁS PLANES
Allegados a Zabaleta dijeron a El Cronista que ofrecieron una reunión con el viceministro Gustavo Aguilera y los líderes piqueteros la rechazaron. Y destacaron que se propuso un aumento de inversión para compra de máquinas e insumos de producción para cooperativas.
Pero se negaron tajantemente a la idea de los movimientos nucleados en la 'Unidad Piquetera' que reclaman nueva altas de planes. "El Gobierno decidió reenfocar la inversión social en lo laboral y eso es lo que no entienden", reiteraron fuentes oficiales.
En esta línea de argumentación, Zabaleta propuso un programa para ir a buscar a 100 mil personas que no terminaron la escuela para que culminen sus estudios y tengan mejores oportunidades de acceso al empleo. Pero no hubo caso. La negociación con los manifestantes quedó trunca.
MAS PROTESTAS
Desde el bloque de la Unidad Piqueteros dijeron a El Cronista que el plan de lucha seguirá en pie y se potenciará en las calles. Sin dudas esto impondrá mayor tensión social en un momento que la Casa Rosada necesita bajar los decibeles.
"El Gobierno está encerrado en un programa de ajuste del FMI y no nos quiere escuchar", enfatizó Eduardo Belliboni del Polo Obrero al cierre de la jornada de protestas.
Desde la mirada de los movimientos sociales críticos al Gobierno se deberían ampliar los programas sociales a 4 millones de personas. Hoy existen un total de 1,2 millones de beneficiarios de planes.
A la vez, los referentes sociales de la Unidad Piquetera reclaman que en el debate por el salario mínimo se duplique los $ 33.000 que recibe un trabajador (el Consejo del Salario fijó hoy un incremento del 45%). Y evalúan que eso está "muy lejos" de lo que define el Indec como monto para subsistir que es de 85.000 pesos para una familia tipo.
NUEVO IFE ENTRE LOS PEDIDOS
En tanto, el reclamo piquetero también contempla la reincorporación de parte del gobierno de un plan social de emergencia como el IFE.
Ante la negativa del gobierno a aceptar este reclamo los piqueteros duros acordaron profundizar su plan de lucha con un corte de calles en todo el país para dentro de dos semanas, un acampe por más de 48 horas frente al Ministerio de Desarrollo Social y una marcha nacional prevista para abril.
Todo indica que el clima social se complicará mucho más y que el gobierno no logra atemperar los caldeaados ánimos de los sectores bajos críticos de la política de Alberto Fernández.