El presidente Javier Milei y su equipo de Gobierno se pusieron al hombro la tarea de orquestar alianzas en el Congreso para poder aprobar el Presupuesto 2026 y las reformas estructurales que impulsarán en este segundo tramo de gestión. ¿Cómo se componen los votos con la nueva composición?
Lo cierto es que el reordenamiento interno en ambas cámaras todavía continúa articulándose: los movimientos son diarios, con fugas de bloques para La Libertad Avanza, amenazas de ruptura en el peronismo y alianzas entre partidos provinciales, mientras que el ministro del Interior, Diego Santilli, y el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, avanzan con el rally de reuniones con gobernadores.
Estos serán los que terminen de inclinar la balanza para definir las mayorías. Son al menos 20 los que se mostraron dispuestos a construir un diálogo con el oficialismo en pos de estas reformas, tras la victoria electoral y El Cronista hizo un análisis a fondo sobre cómo repercuten sus influencias en el Congreso.
Hay 47 diputados y 21 senadores que responden a todos esos gobernadores que se reunieron con el Presidente, de los cuales Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Martín Llaryora (Córdoba) y Raúl Jalil (Catamarca) son los más influyentes.
El santiagueño controla 7 escaños en la Cámara baja -dos ingresantes y cinco que continúan mandato- en el bloque de Unión Por la Patria y 3 en la Cámara alta (él es uno de los que asume junto con Elia Esther Moreno, sumado a José Neder, que renueva su banca; no formarán parte del bloque del PJ). En tanto, el cordobés maneja 6 diputados de Provincias Unidas (tres que se mantienen y los otros tres que entran por la lista de Juan Schiaretti) y una senadora, Alejandra Vigo.
Por su parte, el catamarqueño controla a 4 diputados, que son los que amenazan con irse del bloque de UP, mientras que en el Senado está Guillermo Andrada, un legislador que conformaba el bloque de Convicción Federal junto a San Luis, La Rioja y Santiago del Estero, antes de la unificación que anunció José Mayans esta semana. La permanencia de los cuatro peronistas, de todos modos, aún no es certera.
Siguiendo con el peronismo “aliado”, otro gobernador que estuvo en la foto de la Casa Rosada es Sergio Zillioto, de La Pampa, quien ahora pasará a gestionar nada menos que 3 diputados, con la llegada de Abelardo Ferrán y Virginia Marín -sumado a la permanencia de Ariel Raushenberger-. En el Senado se mantiene Daniel Bensusán, leal al mandatario -amenazó, hace poco, con conformar un monobloque-.
Quien sí ya jugó con la del bloque peronista-violeta es el tucumano Osvaldo Jaldo, quien inauguró el bloque Independencia en Diputados, donde a Gladys Medina se suman dos entrantes por esta última elección y Javier Noguera, otro tucumano que se fugó recientemente de UP. También conquetean con incluir al pantano Ernesto “Pipi” Ali, también de UP.
El correntino Gustavo Valdés, quien supo ser aliado del oficialismo hasta distanciarse por el cierre de alianzas electorales, tendrá una influencia pesada en la Cámara alta, con 3 senadores: Carlos “Camau” Espínola y los radicales Eduardo Vischi y Mercedes Valenzuela. En Diputados, en cambio, tendrá bajo su ala al ingresante Diógenes González, quien quedó unos puntos arriba de la violeta Virginia Gallardo.
Otra provincia clave es Misiones, donde Hugo Passalaqcua/Carlos Rovira controla dos misioneros que continúan su mandato en el Senado, Carlos Arce y Sonia Decut. En Diputados, tiene 4 bancas, de las cuales tres forman parte del bloque Innovación Federal y se suma Oscar Ahuad. En ese mismo bloque también tiene influencia el salteño, Gustavo Sáenz, quien a las dos diputadas actuales se suma Bernardo Biella. En la Cámara alta, asume la vicegobernadora Flavia Royón.
Por otra parte, el jujeño Carlos Sadir controla dos diputados, con la ingresante María Inés Zigarán que se suma a Jorge Rizzotti, uno de los rebeldes del bloque opositor Democracia Para Siempre. En tanto, el santafecino Maximiliano Pullaro suma a dos diputadas que ganaron dos bancas en octubre, Gisela Scaglia y Pablo Farías, mientras que en el Senado tiene influencia en el radical Eduardo Galaretto.
El neuquino Rolando Figueroa, por otro lado, tiene un legislador en cada Cámara, con la llegada de Karina Maureria en Diputados y Julieta Corroza en el Senado, ambas por La Neuquinidad. El caso de Claudio Vidal es más restringido, puesto que en Diputados controla a José Garrido (monobloque Por Santa Cruz), pero los santacruceños del Senado, José María Carambia y Natalia Gadano, hacen juego propio a menudo y se resisten a aliarse con el Gobierno.
También tiene influencia en la Cámara baja el sanjuanino Marcelo Orrego, quien suma a Fabián Martín a la dupla con Nancy Picón Martínez, de Producción y Trabajo, y el chubutense Ignacio Torres, quien controla a Andrea Cristina y Edith Terenzi en el Senado y a Jorge Ávila en Diputados, en el bloque Encuentro Federal.
Allí también se ve el peso de Rogelio Frigerio, el enterriano que comprende el mapa de los más cercanos al Gobierno, sobre Francisco Morchio. Además, tiene otros dos diputados a su mando que ingresan por la alianza con LLA. En ese mundillo también está el mendocino Alfredo Cornejo, que gestiona dos diputados y dos senadores, el chaqueño Leandro Zdero, dos diputados y un senador.
Los únicos que no tienen influencia directa son Claudio Poggi, quien no compitió en las nacionales y apoyó la lista libertaria, y Alberto Weretilneck, quien se quedó sin diputados ni senadores que le respondan.
Algunos de estos gobernadores ya planean formar un bloque en conjunto en Diputados, lo cual tampoco se descarta que suceda en el Senado. Con la eventual salida de los de Jalil -y quizás Zamora- de UP, se trabaja para unirse a Figueroa, Sáenz y Passalaqcua.
Al margen de los mandatarios provinciales, también el macrismo de la Ciudad de Buenos Aires, donde el jefe de Gobierno, Jorge Macri, también formó alianza con LLA. De ella solo asumieron Francisco De Andreis y Antonela Giampieri del PRO puro, mientras que Sabrina Ajmechet se pasó a las filas libertarias. Además el macrismo tiene influencia fuerte en ese distrito sobre Daiana Fernández Molero, Silvia Lospennato y el larretista Álvaro González.
Del bloque amarillo se desprenden varios grises, puesto que la permenanecia de Lospenanto aún no está resuelta: de pasar a la legislatura porteña, para donde fue electa a principio de año, la reemplazaría una bullrichista que de seguro se fugaría también a LLA, Lorena Petrovich: el expresidente Mauricio Macri, por caso, quiere retenerla para no perder a ese alfil.
De hecho, la movida de pasar a 7 diputados que responden a Patricia Bullrich, sumado a la reciente adhesión de los residuos de los radicales de Liga del Interior, el Gobierno consiguió engrosar su bancada violeta a, por ahora, 91 diputados. De esta manera, de todo el mapeo de votos por buscar, solamente necesitaría 38 para llegar al quórum, sin contar a los alfiles del PRO bonaerense que también configuran aliados asegurados.
Los “cabos sueltos” refieren al MID y Coherencia, dos bloques de exlibertarios que podrían retomar diálogo con LLA para conseguir lugares en comisiones.