Horacio Rodríguez Larreta propuso hoy al ultra lilito Fernando Sánchez al frente de la Oficina de Integridad Pública del Poder Ejecutivo de la Ciudad, un organismo creado recientemente que tendrá funciones similares a la Oficina Anticorrupción del Poder Ejecutivo Nacional.
La nueva dependencia funcionará de forma descentralizada y autárquica. Fue aprobada en noviembre por la Legislatura porteña a partir de una propuesto de Cecilia Ferrero (Coalición Cívica) con el aval del Frente de Todos.
A diferencia de la Oficina Anticorrupción del Gobierno Nacional, la ley que creó la Oficina de Integridad Pública establece que deba existir una por cada poder del Estado porteño. Ahora, resta que el Poder Legislativo y Judicial de la Ciudad de Buenos Aires propongan sus candidatos.
Entre sus funciones se encargará de diseñar un nuevo sistema de declaraciones juradas patrimoniales y de intereses con más personas obligadas a presentarla; aplicar nuevas cláusulas vinculadas con el nepotismo; crear un registro de obsequios y viajes pagados con terceros, con prohibiciones bien claras.
Además, realizará capacitaciones en materia de ética y transparencia obligatorias para altos funcionarios y establecerá un sistema de recepción y tramitación de denuncias, y procedimientos para la obligatoriedad de denunciar, redactar denuncias y dar respuesta a requerimientos judiciales.
Sánchez, hijo predilecto de Elisa Carrió, fue legislador porteño, diputado y entre 2017 y 2019 ocupó el cargo de secretario de Fortalecimiento Institucional de la Jefatura de Gabinete de Ministros durante el gobierno de Mauricio Macri.
Una vez que la propuesta del jefe de Gobierno se oficialice en el Boletín Oficial, se abrirá un plazo de quince días hábiles para presentar observaciones respecto del candidato.