Acalladas las críticas al último intérprete que la Casa Rosada contrató para personificar al mítico personaje que cada Navidad encandila las ilusiones de los niños, muchos se preguntan qué pasó con el agradable Papá Noel que posó en 2017 junto con Mauricio Macri, Juliana Awada y la hija de ambos, Antonia, y que despertó más sonrisas por su semblante, su aspecto y elegante ropa entre los empleados de Balcarce 50, a diferencia del que fue convocado en 2018.
Este diario encontró en una situación impensada al Papá Noel que hace poco más de un año acudió al Salón de las Palmeras para el tradicional brindis de fin de año. Resulta que Alberto Osvaldo R. (es prudente resguardar su identidad) se gana la vida durante el año como chofer. Tiempo atrás, de taxis y con matrícula emitida por el Gobierno de la Ciudad. Pero hace solo unos meses le sacó a su Chevrolet Corsa familiar el amarillo que identifica a la flota porteña y se pasó a las filas de Uber.
En sus redes sociales, este Papá Noel tiene amigos de Vietnam, Rusia y otras partes del mundo
Alberto, un hombre sumamente cálido y respetado por sus vecinos de Villa Devoto, contó a El Cronista que, ya jubilado, llega a fin de mes trabajando en turnos de diez a doce horas para la plataforma que, por ahora, funciona en la "clandestinidad", sin permiso habilitante en la capital federal y varios litigios en marcha en tribunales. En febrero hizo el intento de contratarse con Cabify, pero los márgenes de ganancia le resultaron más redondos con la competencia.
El Papá Noel de Macri y Awada lleva a bordo de su coche un álbum con fotos de sus principales intervenciones navideñas. Y lo suele mostrar a los interesados en viajar con una charla amena de por medio, que está casi garantizada: en agosto alcanzó los 1000 viajes con la calificación máxima de cinco estrellas de los pasajeros.
Alberto, el Papá Noel que eligió la Casa Rosada en 2017. Vive durante el año como chofer de Uber
Interceptado por este diario en noviembre, Alberto R. estaba aún esperanzado de ser "reelegido" para alegrar a los hijos de los empleados de Casa Rosada. Lamentablemente, esta vez no pudo ser, y por ello tiene la sospecha de si acaso lo "castigaron" por rebuscárselas con esta plataforma colaborativa para obtener un salario complementario.