En momentos en que la presión tributaria y las dificultades económicas afectan a un amplio sector de contribuyentes, las administraciones públicas recurren a mecanismos de alivio fiscal. Las moratorias aparecen como una herramienta para recomponer la recaudación y, al mismo tiempo, otorgar oxígeno financiero a los deudores que enfrentan atrasos en sus obligaciones.
En ese contexto, la Ciudad de Buenos Aires avanzó con un nuevo plan de facilidades de pago que abarca a todos los impuestos locales.
La Legislatura porteña fue quien aprobó este jueves esa moratoria que entrará en vigencia el lunes 3 de noviembre y que permitirá regularizar deudas tributarias en hasta 48 cuotas. El esquema se aplicará sobre obligaciones vencidas al 31 de agosto de 2025 e incluirá los tributos más relevantes de la Ciudad: Inmobiliario/ABL, Patentes, Ingresos Brutos, Sellos, Publicidad y otros.
El plan contempla condonaciones de intereses y punitorios con quitas significativas. Según el detalle difundido por la administración tributaria local, la adhesión en los primeros plazos permitirá reducciones de hasta el 100%. En palabras de la propia gacetilla, el programa busca dar "una oportunidad concreta para regularizar obligaciones tributarias en condiciones más favorables".
Un aspecto relevante de la medida es que también podrán adherirse los contribuyentes con deudas que ya se encuentren en instancia judicial. En estos casos, la adhesión a la moratoria implicará la suspensión de los plazos procesales y de la prescripción penal. Asimismo, se estableció que, en caso de cancelación total de la deuda -ya sea al contado o mediante un plan de pagos-, se producirá la extinción de la acción penal, infraccional y delictual.
Los agentes de recaudación tampoco quedaron excluidos. El plan contempla que puedan regularizar deudas por retenciones o percepciones no ingresadas hasta el 30 de junio de 2025, aunque con un plazo más acotado: la posibilidad de abonar en hasta seis cuotas.
La iniciativa se suma a un conjunto de medidas que la Ciudad viene implementando con el objetivo de sostener la recaudación y, al mismo tiempo, brindar alternativas a quienes registran atrasos. El calendario establece que las adhesiones podrán formalizarse a partir del 3 de noviembre, fecha en que comenzará a regir el nuevo esquema.