"La economía pasó de una fase de recuperación a una de consolidación del crecimiento", dijo hoy el Gobierno al presentar su informe Monitor de la Economía Real correspondiente al mes de agosto.

"Dejaron de ser brotes verdes para pasar a ser consolidación del crecimiento", reforzó el secretario de Transformación Productiva, Lucio Castro, durante la presentación para la prensa de ese trabajo y remarcó que esperan que esta tendencia se mantenga "de forma sostenida".

El Gobierno cifra las mejoras de la evolución económica en cuatro motores, según explicó la economista Paula Szenkman: el agro y la construcción (apoyada por la obra pública) que empujan desde principios de año; la industria, que mostró un repunte en los dos últimos meses (después de 15 meses consecutivos de caídas interanuales) y, el elemento más novedoso, una mejora del consumo masivo en hogares de menores ingresos, que vio una suba de 6% en julio respecto a junio y un repunte del 1% en el primer semestre.

En base a la evolución de los indicadores, desde Producción tienen buenas expectativas sobre las proyecciones para el año que viene, aunque evitan decir que son "muy optimistas" sobre el resultado que podrían mostrar los números en 2018.

Consultado por El Cronista sobre el impacto que el resultado de las elecciones legislativas podrían tener sobre estas estimaciones, Castro indicó que "mejoraron las expectativas", aunque no brindó demasiados detalles sobre qué análisis político hacen desde la administración nacional de la relación entre los comicios y el rumbo económico.

Los aumentos de tarifas previstos para este año y el que viene, otro de los temas en cuestión, tampoco serán una traba o actuarán como freno para la actividad económica, dijo Castro, ya que para las industrias electrointensivas hay un régimen especial, y también está la tarifa social para los hogares de menores recursos. No detalló, en cambio, qué impacto pueden tener en el consumo masivo general, que reconocen que todavía no se recupera aunque aseguran que sí se produjo una desaceleración de la caída.

"Lo que estamos viendo es un cambio en el patrón de crecimiento", indicó Castro luego de repasar el resultado de cada uno de los sectores.

El funcionario atribuyó las mejoras económicas al "cambio en las reglas de juego", entre las que mencionó el fin del cepo cambiario, el acceso a la financiación internacional, los acuerdos sectoriales que modificaron las condiciones laborales y los cambios administrativos y tributarios que hacen más ágil y accesible la gestión de las empresas.

De la industria textil, uno de los sectores manufactureros que no repunta y continúa con fuertes caídas, el Gobierno asegura que "hay mucha heterogeneidad", porque en la producción de hilados todavía no hay resultados positivos ("por acumulación de stock", detallaron), mientras que en la producción de tejidos sí se ven mejoras.

Con la recuperación de 3 puntos de la actividad respecto de 2016 (un año que registró una caída del 2,6% del PBI según el Indec), se podrían generar, según el Gobierno, alrededor de 250.000 puestos de trabajo. Lo que necesita la economía argentina por el crecimiento de la población son 180.000 empleos al año, así que las proyecciones para este año es para remontar los despidos de 2016.

En la comparación de las zonas que mejor y peor están, el informe de agosto indica que "la región norte es la más destacada en este escenario de recuperación generalizada".