“Está todo líquido, todo es incertidumbre”, planteó Mauricio Macri al reflexionar sobre el escenario político y social global, en un panel de expresidente del 15° Foro Abeceb. Sin poner nombres pero en una alusión a los liderazgos empáticos actuales que conectan con la gente pero pecan de narcisismo, el exmandatario remarcó que el principal problema de estos conductores es que no escuchan los consejos.
Macri interpretó que el cambio cultural de los últimos años está marcado por un fenómeno inédito de sobreinformación. “En 30 días recibís más información que en toda una vida hace quince años”, aseguró, y advirtió que eso genera una demanda permanente de satisfacción: “Ahora la gente dice ‘yo quiero más’, porque todos saben lo que tiene el vecino”.
Esa dinámica, explicó, dio origen a nuevas tensiones políticas. “La revolución de las expectativas generó la aparición del populismo”, dijo, y consideró que ese fenómeno “pone en jaque a las democracias”, al prometer soluciones inmediatas a una ciudadanía cada vez más impaciente.
“El desafío más difícil de todos: aprender a administrar la nueva era, la era de la revolución de las expectativas”, resaltó el expresidente en un escenario compartido con sus pares de México, Felipe Calderón, y de Chile, Eduardo Frei.
En su análisis, Macri también señaló que “la violencia con la que hoy se comunica la sociedad en las redes sociales ha provocado un retroceso terrible en la oferta de liderazgos”. A su entender, el exceso de exposición y la lógica del ataque constante ha provocado una reducción en la oferta de liderazgos y “el mundo ha empezado a confiar en liderazgos empáticos, conectados con la gente”.
Sin embargo, remarcó que el mundo, envuelto en esa escalada violenta, se volcó hacia “personalidades narcisistas al nivel que no escuchan, no importa lo que dicen los demás, ellos van avanzando por su vida” en alusión a dirigentes que no construyen incluyendo a los perdedores.
Macri hizo un llamado a revalorizar la empatía como cualidad política: “Hay que convencer a las personas empáticas de que pueden aportar valor, para que no sigan retrocediendo del escenario del debate de ideas y d eal construcción de liderazgo a nivel país”. El líder del PRO lamentó que los líderes que van al choque no son el tipo de liderazgo que se necesita para construir “en un mundo donde se aceleran los ganadores y perdedores”.
En otro extracto de la conversación revalorizó el acercamiento de los Estados Unidos a América latina y la oportunidad en particular que tiene la Argentina en esa nueva estrategia de Washington. Y ponderó el desarrollo de la inteligencia artificial, “una oportunidad totalmente distinta” que se debe explorar a nivel de los gobiernos.
El futuro de la relación con Milei: qué dijo Macri
Sobre el futuro de las relaciones entre el PRO y el Gobierno de cara a la segunda fase de las reformas que promueve LLA, el líder amarillo remarcó que “primero siempre las ideas” y sostuvo que “el PRO ha apoyado, aunque no era gobierno" para asegurar la gestión y “lo va a seguir haciendo en base a las ideas”
No obstante, Macri puntualizó que “en PRO creemos que en esta era de políticas tan fragmentada, tan violenta, ejercer liderazgos sin equipos, sin compartir los esquemas de decisión, se hace muy difícil”. Y enfatizó en “la presión por el cortoplacismo -la búsqueda del placer inmediato, según describió en sus palabras antes- se hace infinita”
Dicho esto, dejó en claro que “con el Presidente (Milei) he tenido una relación muy buena” pero sugirió -tal como hizo en su extenso posteo del domingo pasado- que subsisten diferencias “en estos temas de optimizar equipos”. Al decir de Macri, es una condición irrenunciable para generar dinámicas que vuelvan al cambio irreversible,