El ex viceministro Juan Llach pronosticó un período relativamente tranquilo en materia cambiaria, con sabor a los ochenta, pero con una menor inflación que entonces. Y alertó que sin un plan de estabilización en serio hay riesgo de que continúe el goteo de las reservas del Banco Central (BCRA) como sucede ahora, pese a la calma del dólar.

En diálogo con Cronista.com, el economísta pronosticó que "dada la virtual ausencia de medidas expansivas de aliento a las exportaciones y a la inversión, el costo en términos del nivel de actividad económica de esta política será alto".

- ¿Cree que el Gobierno podrá estabilizar al dólar y achicar la brecha con el blue por un plazo prolongado?

- El dólar oficial bajó levemente por las medidas del BCRA: fuerte absorción monetaria, suba de tasas de interés y, anteriormente, por la comunicación AA5536 que restringió fuertemente la posición global neta de divisas extranjera del sistema financiero. Pronto entramos en el período de mayor flujo de liquidación de divisas del agro y hay además un cierto stock pendiente de liquidación. Creo pues que habrá un período relativamente tranquilo en materia cambiaria, con sabor a los ochenta -por suerte con una menor inflación que entonces- en tanto había períodos de calma transitoria en los que se decía ‘me pongo en tasa por unos meses‘, dado que había seguros de cambio generalmente implícitos y se podía ganar -como ahora si te va bien- un 10% en dólares en poco tiempo. Cabe acotar que dada la virtual ausencia de medidas expansivas de aliento a las exportaciones y a la inversión, el costo en términos del nivel de actividad económica de esta política será alto.

- Según los último registros de la Agencia Federal de Ingresos Públicos (Afip), en las últimas semanas la gente compro menos dólares para atesoramiento ¿A qué se debe?

- Había una acumulación de pedidos pendientes para comprar con dinero registrado, que ha ido disminuyendo. También hubo una desilusión con los montos autorizados en cada caso, que promedian los 500 dólares. Y se desalentó la compra con la amenaza, una de tantas, de que a quienes compraran dólares-AFIP se les reducirían o eliminarían los subsidios. En fin, todavía hay en la Argentina un stock significativo de dinero registrado, que obviamente no pasa por la AFIP.

- ¿Cuál es el rumbo que debería tomar el Gobierno para encausar la problemática por la que atraviesa el país con respecto a la inflación, el dólar y las reservas del BCRA?

- Faltan tres elementos. Primero las políticas expansivas para dar un horizonte más largo, de mediano plazo. Ellas podrían ser la reducción de las restricciones a las exportaciones, y aun de las retenciones al menos para las manufacturas y las economías regionales y, por otro lado, un tipo de cambio financiero de acceso crecientemente libre, primero para ofrecer dólares y gradualmente también para comprarlos, buscando inducir la entrada de dólares turísticos, para la construcción, etcétera. Segundo, un plan de estabilización en serio. No alcanzan el cepo monetario, los controles de precios, las sugerencias para las paritarias y las variadas amenazas. Recomiendo a las autoridades mirar el caso de Chile al final del régimen pinochetista, cuando bajaron la inflación de cerca del 30% anual a menos del 10% en pocos años, y creciendo al 6%. Y tercero, falta un plan financiero, basado en una programación fiscal y en allanar el camino para acceder al financiamiento externo. Hay señales al respecto, como las negociaciones con Club de París, el sinceramiento del INDEC y el acuerdo Repsol, entre otros. pero por ahora van en carreta. Sin este plan hay riesgo de que continúe el goteo de las reservas del BCRA, como ahora mismo pese a la calma del dólar.