El presidente Javier Mileiexpuso su tesis sobre la volatilidad de la tasa de interés y el ‘riesgo kuka' ante un auditorio agrícola que no se sintió interpelado. Durante una hora los grandes actores del agro, nucleados en el 141 aniversario de la Bolsa de Comercio de Rosario, escucharon al presidente, quien asistió acompañado de la secretaria general de presidencia, Karina Milei, quien en principio no se esperaba que asistiera dado el escándalo que sacudió esta semana la Casa Rosada por las presuntas coimas en la Agencia de Discapacidad. Estuvo también en la comitiva presidencial el muy aplaudido por los presentes ministro de Economía, Luis Caputo. Esta edición sumó una particularidad. Las protestas en la calle se hicieron escuchar en el interior del auditorio, ya que resonaban las bombas de estruendo en el interín de algunos discursos. "Fue un discurso electoral", dijo una dirigente del sector, que agregó que no se refirió a ningún tema de los que les preocupan, entre los que lidera la necesidad de avanzar en alguna obra de infraestructura. La necesidad de obras fue planteada por todos los expositores anteriores y es una de las preocupaciones centrales del sector. El presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario,Miguel Simioni, elogiado por los presentes por su trabajo al frente de la entidad, reivindicó el acuerdo para los peajes en la vía navegable troncal y la propuesta que presentaron junto a otras entidades del agro. En materia de rutas, le agradeció al gobernador santafesino, Maximiliano Pullaro, por la inversión en los ingresos a los puertos y se mostró expectante por que las licitaciones de los ferrocarriles y corredores viales "se puedan concretar lo antes posible". Esto último fue subrayado por un dirigente local que dijo que deberían acelerarse los procesos, en especial dado que "habilitaron los bitrenes. ¿Con estas rutas?". "No podemos permitir que un mal estado de rutas nos haga perder parte de la cosecha", dijo el intendente de Rosario, Pablo Javkin. Lo cierto es que la mitad posterior del auditorio estuvo marcada por la distracción, murmullos y suspiros por la extensión y el tema expuesto por el mandatario. Sin embargo, algunos reivindicaron: "Esta vez aunque sea saludó a la Bolsa", en referencia a su presentación en el aniversario 140 de la entidad, cuando ni siquiera hizo mención al evento y anticipó que vetaría el aumento a los jubilados que había aprobado el Congreso. Un operador interpretó que el mandatario no entendió el auditorio al que le hablaba y analizó que fue a "calmar a los mercados". Además, arriesgó que el modelo que planteaba "en la práctica no se aplica". Si hay un mensaje que le quedó claro al sector es que el Gobierno está comprometido a pagar caro con tasa el mantenimiento del tipo de cambio. El presidente del Banco Central, Santiago Bausili, había explicado en el programa de streaming que tiene el equipo económico en Carajo que el esquema de flotación entre bandas divergentes "está pensado para que la transición hacia el próximo régimen sea natural, sin un cambio necesariamente. ¿Por qué? Porque las bandas se van ampliando, se alejan el techo y el piso hasta un punto donde eventualmente son irrelevantes. El techo te queda tan lejos y el piso te queda tan lejos que ya está flotando. Y eso fue pensado para que para eliminar la ansiedad". El sector se divide entre los que creen que en octubre debería avanzar hacia el nuevo esquema y entre los que no ponen fecha de caducidad. La mayoría confía en la palabra oficial, fundamentalmente porque considera que en esto el Gobierno actúa en consecuencia. El costo pagado por mantener el tipo de cambio abajo del techo de la banda consideran que no puede derivar en un salto discreto luego de las elecciones. Una dirigente sectorial agregó que el mensaje fue claro: "Es momento de hacer tasa". Los más afines reivindican la unificación contra la "locura" del esquema previo de varios tipos de cambio, a pesar de que la diferencia entre el dólar exportador y el importador los dejara en ventaja. Una interpretación compartida fue que "va a ser más ortodoxo este plan". La rebaja definitiva de las retenciones fue muy celebrada entre exportadores y productores, aunque no abandonan el reclamo por su eliminación. La rebaja ya deja buenos augurios para la próxima cosecha. Los productores auguran un aumento de las hectáreas sembradas de soja. Los exportadores miran el precio internacional con algo de duda y esperan que suba la producción de trigo y maíz. Tanto los locales como los extranjeros están esperando a ver si "esto dura". Lo que quieren es que las reformas impulsadas por el ejecutivo sean firmes para avanzar en las decisiones de inversión. Un obstáculo que marcaron los más experimentados es el diálogo. Si bien la expectativa es que el oficialismo salga ganador en las elecciones de octubre, a pesar de que en la provincia de Santa Fe esperan un escenario de tercios, ven necesario que se avance en estructuras de mayor diálogo para consolidar los cambios que consideran beneficiosos. Fue Pullaro quien apuntó desde el escenario: "Necesitamos un acuerdo político con sensatez para un acuerdo productivo de largo plazo. Necesitamos votos en el Congreso y no vetos en el Congreso". El presidente no recogió el guante a este comentario. Los más optimistas esperan que la renovación en las Cámaras incluya a legisladores que entiendan al sector "más productivo del país". Esto es fundamental para un sector que no abandona las esperanzas de ser incluido en el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI).