Ridículo, alucinante, delirante, aislado de la realidad. Así calificaron los principales dirigentes de la oposición al discurso pronunciado el martes por la presidenta Cristina Kirchner que, entre otras cosas, ayer se llevó puesto al titular del Banco Central, Juan Carlos Fábrega. Con algunos matices, desde el Frente Amplio UNEN (FAU), el PRO y el Frente Renovador coincidieron en señalar que la mandataria entró en "una fase delirante" al denunciar que sectores internos pretenden voltear a su Gobierno con ayuda de los Estados Unidos, y advirtieron que la teoría del complot no persigue otro fin más que disimular los propios errores. La mayoría lamentó también la renuncia de Fábrega, por considerar que era de los pocos funcionarios que quedaban "con sentido común".
El precandidato presidencial de la UCR, Julio Cobos, definió como "grave" las denuncias de la mandataria. "Ya se trata de una dosis de relato casi endovenoso, que ya más no se puede aislar de la realidad y del sentido común", afirmó. El mendocino también consideró una mala noticia la salida de Fábrega. "Se fue del gobierno uno de los pocos que intentó poner algo de racionalidad y se queda el Ministro de Economía, responsable de la endeble situación económica actual". afirmó.
En la misma línea, el titular del Comité Nacional de la UCR, Ernesto Sanz, pidió a la Presidenta que "deje de alucinar conspiraciones y salga a la calle". Sobre Fábrega, opinó que "era uno de los últimos bastiones del sentido común". "Está claro que el Gobierno está desorientado y sin rumbo, porque los funcionarios que le hacen daño a la economía se quedan y los que dan certezas se tienen que ir", criticó el también precandidato presidencial del radicalismo. En ese sentido, adelantó que su partido no acompañará en la Cámara alta el pliego con la designación de Alejandro Vanoli para asumir al frente del BCRA.
Su par en el Senado y socio del FAU, Fernando Solanas coincidió en que la renuncia de Fábrega "es una mala noticia porque demuestra que el equipo económico no tiene rumbo".
En tanto, la diputada Elisa Carrió destacó que es "preocupante" la salud de la mandataria y afirmó que sus denuncias sobre presuntas amenazas la muestran como alguien que tiene el "delirio de ser una persona universal idéntica al Papa".
Para el jefe de los diputados massistas, Darío Giustozzi, la estrategia de la conspiración se debe a que "el Gobierno no acierta una en materia económica". Empiezan a buscar una cantidad de enemigos y falta que en cualquier momento empiecen a anunciar que estamos en riesgo de una invasión alienígena que quiere complotar contra el gobierno", se quejó.
Desde el PRO, la diputada Laura Alonso, consideró ante una consulta de DyN que el discurso de la Presidenta fue "ridículo" y opinó que la mandataria "ha entrado en una fase delirante, que es grave en términos políticos e institucionales".
Por su parte, el ex presidente Eduardo Duhalde, acusó a Cristina de seguir "la política de Venezuela" y señaló sin tapujosque la "teoría del complot" le produce "cierta inflamación testicular".