Por segundo día consecutivo, la fiscal que investiga la muerte de Alberto Nisman se reunió en su despacho con la ex mujer del responsable, hasta el domingo, de investigar a los responsables del atentado a la AMIA del 18 de julio de 1994, que causó 85 muertos y más de 300 heridos.

El encuentro entre Viviana Fein y Sandra Arroyo Salgado comenzó alrededor de las 17, poco después de que la fiscal mantuviera otra reunión, también vinculada a la muerte de Nisman, con su par Carlos Stornelli. La charla entre ambas mujeres finalizó cerca de las 20, cuando Fein se retiró sin hacer declaraciones de su oficina en Tucumán 966.

Si bien no fue comunicado de manera oficial, se desprende que en el encuentro dialogaron sobre la posibilidad de que la familia de Nisman se presente como querellante en la causa que investiga su muerte y que, además de Fein, tiene a la jueza Fabiana Palmaghini como jueza de instrucción.

Arroyo Salgado, además de ser la ex mujer de Nisman y la madre de sus dos hijas, es jueza federal de San Isidro, y, desde allí, ha manejado causas relevantes a nivel nacional. La magistrada se encontraba de vacaciones cuando se produjo la muerte.

En su llegada al país, el martes, Arroyo Salgado evitó hacer conjeturas sobre la muerte y admitió que podía presentarse como querellante. Sin embargo, con el paso de las horas, la fiscal Fein negó que la familia del fiscal haya oficializado ese pedido y que, de hacerlo, habría que ver si eran aceptados. Pero dejó la puerta abierta.

Desde el entorno de la familia de Nisman reconocen que es una posibilidad presentarse como querellantes. Sin embargo, se están manejando con un perfil muy bajo, tratando de resguardar a la madre del fiscal, Sara Garfunkel, que fue quien encontró el cuerpo de su hijo en su departamento del complejo Le Parc en Puerto Madero, y de las hijas de éste, Iara y Kala. Nisman, de 51 años, tenía también una hermana llamada Sandra, de 49. Hasta el momento, las únicas declaraciones formales de los miembros de su familia fueron a través de un aviso fúnebre publicado el día después de su muerte. En el mismo, firmado por sus hijas, su madre, su hermana y su cuñado, describen a la pérdida de Nisman como "irreparable".