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Vicentín, la empresa que estuvo a punto de ser estatizada durante el gobierno de Alberto Fernández, continúa sumida en una crisis que alcanzó un punto álgido por la paralización de sus plantas. En las últimas horas, no obstante, la situación se moderó gracias a un acuerdo entre los trabajadores y los administradores.
Ambas partes consideran que se trata de "una solución de corto plazo" ya que únicamente se acordó un pago parcial de los haberes adeudados para que volver al trabajo.
La situación de la empresa se encuentra judicializada y, según trascendió, desde el Ministerio de Trabajo provincial que conduce Roald Báscolo esperan una decisión de la Suprema Corte, ya que eso otorgará la previsibilidad necesaria para buscar acuerdos de largo plazo.
Según pudo saber El Cronista, los representantes sindicales entienden que los trabajadores "priorizaron sostener la relación laboral activa mientras continúa la negociación por los haberes adeudados y abrir una puerta a la reactivación de la planta".
Acuerdo salarial en Vicentín: cómo será el pago
El acuerdo establece el pago del 80% del salario de marzo en tres tramos y la discusión del 20% restante en una audiencia prevista para el próximo martes. Por su parte, los trabajadores se comprometieron a cargar el barco que se encuentra en el puerto y "a moler todo lo posible en este período y a permitir que se retiren los subproductos".
"Esta solución permite descomprimir el impacto social de la falta de pago de remuneraciones, y a la vez dar principio de solución al stock de semilla que quedó sin procesar", señaló el comunicado de la empresa.
El Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros del Departamento San Lorenzo (SOEA), que encabeza Daniel Succi, destacó que la aceptación del acuerdo no significa el cierre del conflicto, sino una instancia de alivio y continuidad mientras se buscan soluciones de fondo.
Desde el gremio aclararon que entre los puntos clave que permitieron avanzar con el acuerdo está el compromiso de convocar a las empresas involucradas, entre ellas Bunge, ACA, Viterra, Unión Agrícola Avellaneda y Bioenergías SA, a quienes el sindicato reclama responsabilidades por haber operado con Vicentin en los últimos años.
Todos los actores involucrados creen que la situación financiera de la empresa sigue siendo crítica, como lo advierten los informes de los veedores judiciales.
El gremio, por su parte, determinó acompañar a los más de 700 trabajadores afiliados con un bono, por única vez y de carácter alimenticio de 350.000 para cada trabajador de Vicentin afiliado.