El financista Federico Elaskar aseguró hoy a la Justicia que el contador Daniel Pérez Gadin, quien supuestamente trabajaba para el empresario kirchnerista Lázaro Báez, le debe u$s 750 mil por la venta de la financiera SGI, conocida como ‘La Rosadita‘, en Puerto Madero.

Al declarar por segunda vez como imputado de presunto lavado de dinero para Báez, el hombre de negocios de 28 años justificó su fortuna en una herencia que habría recibido del padre, fallecido, y aseguró, además, que trabaja "desde los 21 años", según informó su abogado defensor José Manuel Ubeira.

Elaskar declaró casi cuatro horas ante el fiscal federal Guillermo Marijuan, luego de que el lunes lo hiciera ante el juez Sebastián Casanello y negara conocer a Báez y acusara al periodista Jorge Lanata de hacer "una operación para voltear el Gobierno".