Referentes del radicalismo más distanciado de la Casa Rosada dieron un primer paso el último viernes en la apuesta por consolidar una alternativa "progresista" de cara a las elecciones del próximo año. Así, en el escenario del subsuelo del hotel Savoy, los oradores fueron Ricardo Alfonsín y Federico Storani. También hubo presencia de dirigentes progresistas de otros espacios: estuvieron Margarita Stolbizer, del GEN, y enviaron saludos Antonio Bonfatti, del PS, y Martín Lousteau, de Evolución.
Si bien el objetivo original del encuentro era desarrollar propuestas de políticas públicas progresistas, la cuestión electoral se tornó insoslayable. Las críticas que se lanzaron a las autoridades del partido Alfredo Cornejo y Ernesto Sanz, sin ser nombrados, fueron los principales destinatarios abrieron paso a la posibilidad de una alternativa radical por fuera de Cambiemos para 2019.
Alfonsín rescató la voluntad de traducir la identidad radical en propuestas, aunque sostuvo que "lo debería hacer el partido, pero lo delegó". En cuanto a la administración nacional, consideró que "en los tres años de gobierno del Pro los indicadores son los mismos", y remarcó que no gobierna Cambiemos, sino que lo hace el Pro. El ex diputado nacional hizo también una valoración de la visión del gobierno, que "cree que el mercado resuelve los problemas mejor que la política, pero no es así". En esa línea, si bien se despachó contra el populismo, que "degrada los valores de la república", advirtió que "hay un rival más poderoso: el neoliberalismo".
Storani, por su parte, si bien reconoció que al principio apoyó la decisión de formar Cambiemos, sostuvo que se trata de una experiencia negativa y que la UCR debería construir por otro lado. "Basta, no podemos perder más la identidad. No hay voluntad de que exista una coalición de gobierno", afirmó.
Además, atento a la experiencia actual de Brasil, dijo que "no hay que tenerle miedo a un Bolsonaro en Argentina, porque ya tenemos algo bastante parecido". Y tampoco ahorró críticas hacia afuera del partido, ya que evaluó que "el peronismo es el hecho maldito del país".
En cuanto a las propuestas de políticas públicas, hubo expositores de diversos temas, como educación, economía, seguridad, salud y política exterior. Sin embargo, se destacó la reflexión referida a "género, inequidad y violencia", que tuvo como voceras a la diputada nacional Carla Carrizo y a la médica feminista Mabel Bianco.
Carrizo analizó los movimientos reivindicatorios del año, y sostuvo que "la mujer se representa fuera de los partidos. La dirigencia está detrás de la sociedad, no hay innovación". Bianco, por su parte, rescató que históricamente la UCR "fue abanderada de los derechos humanos y de la mujer, pero hemos retrocedido. O damos ese paso o no podemos seguir llamándonos progresistas".
Por último, llamó la atención la presencia de la líder de GEN, Margarita Stolbizer, quien no estaba entre los oradores anunciados. Sin embargo, habló al comienzo y también apuntó al gobierno, "que defiende más a los grandes grupos económicos que a las pymes". La dirigente lanzó un acercamiento a sus raíces radicales luego de una experiencia electoral junto a Sergio Massa en 2017, que parece difícil que se repita.