A poco más de 72 horas de su desplazamiento de la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal, Luis María Cabral todavía no sale de su asombro por la vertiginosa decisión del Consejo de la Magistratura que él mismo integra. "Nunca pensé que podía pasar esto", revela, en diálogo con El Cronista, mientras trabaja en la presentación de un amparo en la justicia en lo Contencioso Administrativo Federal, que le permita continuar en el cargo que subrogaba.
¿Qué expectativas tiene respecto a lo que defina la Justicia sobre su subrogancia?
Jurídicamente, entiendo que la situación es muy clara y presumo un fallo favorable. La Magistratura no tiene las atribuciones para removerme, está claro que es absolutamente ilegal.
¿Le preocupa que circunstancias como estas puedan afectar la independencia de los jueces?
En lo institucional, es grave que suceda esto y que los jueces puedan ser desplazados a través de decisiones administrativas. No podemos estar sujetos a que los fallos le gusten a un Poder Ejecutivo que es circunstancial.
Con decisiones como esta, usando su mayoría, ¿el Gobierno busca apoderarse de la Justicia?
Las decisiones que se vienen tomando hacen presagiar una pretensión del oficialismo de querer imponer una justicia adicta, que perdure a través de los años. Es muy preocupante.
¿Puede transformarse, como blanco del Gobierno, en el nuevo Joé María Campagnoli?
Como en el caso del fiscal Campagnoli, desde hace varios años el poder político está llevando a cabo una serie de intentos para avanzar sobre la autonomía judicial, avasallando en estos casos las potestades de jueces naturales.
¿Reclamó para que interceda la Corte Suprema de Justicia?
No, porque no corresponde llevar mi caso hasta allí. Tampoco me reuní con el presidente, Ricardo Lorenzetti, y es falso que se haya sellado un acuerdo con la Corte para que el fallo del memorándum por AMIA se declare inconstitucional en Casación y no llegue hasta la órbita del máximo tribunal.
¿Qué opina del apoyo que recibe de diferentes sectores por su situación?
Estoy muy agradecido por el apoyo, que ha sido masivo de abogados y jueces, y porque se impulse una marcha el 14 de julio. También desde el mundo político ha habido un fuerte rechazo a la decisión del Consejo de la Magistratura.
¿Es verdad que su voto por la inconstitucionalidad del memorándum por AMIA estaba guardado en una caja fuerte?
No es así. El voto no está en ningún lado porque venía dialogando con mis compañeros de Sala para cerrar el fallo. Sólo existe un borrador cerrado, escrito con mi puño y letra. Pero no existe nada oficial.
¿Cree que, de ser repuesto rápidamente en su cargo, podrá fallar por el acuerdo con Irán?
Mi intención es volver a desempeñar mi tarea como magistrado, pero no sé, no puedo predecir el futuro.