“Messi me salvó la vida”. Para Santiago López Menéndez, el joven argentino secuestrado en Nigeria, nombrar al diez de la Selección Argentina fue un antes y un después durante su cautiverio. ¡Messi, Messi, Messi!, gritaba el ingeniero a sus captores para tratar de hacerles entender que no era norteamericano, sino argentino. Así mermo la violencia con que lo trataban, según él mismo le relató al diario Clarín.

“Messi me salvó la vida”, dijo Santiago López Menéndez, el joven ingeniero argentino secuestrado en Nigeria.

“El ingeniero agrónomo de 28 años dice que durante su cautiverio le pegaron y lo tuvieron todo el tiempo caminando, casi sin comer”, relata hoy el diario Clarín en su edición papel. El joven le pidió a su hermano Jorge, también ingeniero agrónomo que está con él, que le diga a Clarín: “Deciles que le agradezcan a Messi, que nombrarlo fue lo que me salvó”.

Desde junio de 2014, Santiago trabaja en un campo de Kontagora, desarrollando cultivos de maíz y soja. El miércoles a la mañana tres hombres armados se lo llevaron. Después de casi tres días de negociaciones lo soltaron. La empresa es la que habría pagado el rescate. Ahora Santiago lo único que quiere es volver a la Argentina.