Con el argumento de haberse ganado la confianza en sus políticas del FMI y las calificadoras financieras, el presidente Mauricio Macri puso la mirada en el frente interno y presionó a la oposición para dialogar, en busca de apoyo para el Presupuesto 2019. En la convocatoria apeló a una "dirigencia que sea creíble" y la Casa Rosada busca convocar a legisladores y gobernadores por separado. Incluso, amenaza con prorrogar el Presupuesto 2018 sino suma apoyo.
Tras celebrar que Argentina sea calificada como mercado emergente, Macri apuntó contra la oposición. "No puede ser que toda la confianza, toda la relación con el mundo, esté planteada solamente desde el Gobierno y su Presidente", rezongó en el acto por la jura de los flamantes ministros Dante Sica (Producción) y Javier Iguacel (Energía). En el discurso, Macri dio a entender que el apoyo externo a su gestión se debe a que sus políticas son las acertadas y que los "obstáculos" están puertas adentro por la "mala cultura del poder" y las "herencias económicas" que recibió. De ahí que definió que "Argentina necesita de una dirigencia que sea creíble" y dijo que el "diálogo es fundamental".
Tras cerrar el frente externo, Macri presiona puertas adentro y espera que el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, anude acuerdos con legisladores y gobernadores hasta sentarse en una amplia mesa con los principales actores. El jefe de Estado quiere el apoyo del peronismo, de gobernadores y del Frente Renovador de Sergio Massa para aplicar un ajuste fiscal en 2019, año electoral. Para eso, necesita acordar rebajas en transferencias a provincias y hasta posiblemente cortar programas nacionales que llegan a los distritos subnacionales.
Para alcanzar esa meta, el ministro Frigerio empieza a operar en el escenario. Ayer concedió una entrevista en radio Mitre en la que explicó que primero convocará reuniones por sectores (diputados, senadores y gobernadores) y luego armará una mesa nacional "por el desarrollo" con mandatarios y el Presidente. Hasta reconoció que necesita tener el paquete cerrado del Presupuesto para antes de septiembre, cuando enviará el proyecto de ley al Congreso.
Frigerio volvió a agitar la posibilidad de que, si no consiguen los votos, renueven el Presupuesto 2018. Y además dijo que, en el acuerdo con el FMI, "no hay compromisos que tengan que pasar inexorablemente por Congreso", en busca de desactivar las trabas que el peronismo pueda plantear a la reforma de la carta orgánica del BCRA.
Desde el Frente Renovador, Graciela Camaño, rechaza las amenazas de la Casa Rosada de prorrogar el actual presupuesto. "No le sirve prorrogar este presupuesto para refrendar el acuerdo con el FMI. Actúan como si tuvieran ley de emergencia económica y no, no tienen la autorización para endeudarse", advirtió. A su vez, el diputado Marco Lavagna planteó que todavía falta para sentarse: "Es que ni el Gobierno tiene definido su política para 2019. ¿Iguacel congelará las tarifas o renegociará contratos?".