La fuerte desaceleración de los precios mayoristas, que en febrero se acercaron a casi un dígito, ilusionan al Gobierno en su objetivo principal de bajar la inflación, por el impacto positivo que podría tener en las góndolas para marzo, un mes "complicado", según definió el presidente, Javier Milei.
En febrero, el Índice de precios internos al por mayor (IPIM), aumentó 10,2%, por lo que acumula en el primer bimestre un 29,9%, según publicó este martes el Indec.
Milei consideró como positiva la desaceleración de los precios mayoristas. En su cuenta de X, publicó: "Recordá que en diciembre los precios mayoristas venían creciendo en torno al 50% mensual... la tasa de inflación en este segmento ha tenido una retracción del 80%. Aún es alta, SÍ. Pero vamos por el buen camino hacia la normalización de la tasa de inflación".
La mención de Milei hace referencia al índice de precios mayoristas de diciembre, que tras la devaluación del 118% del tipo de cambio oficial al comienzo de la gestión, implicó un salto del IPIM del 54% en enero. Ese mismo dato, dos meses después, se acercó al dígito (10,2%).
Por qué caen los precios mayoristas
Sebastián Menescaldi, director de la consultora Eco Go, explicó a este diario los motivos de esta desaceleración: "Los efectos de la devaluación comienzan a aplacarse. Hay casi 1.9 puntos de ese 10,2% que corresponden al aumento de las tarifas electricidad y de la producción de cigarrillos, sino, hubiera sido del 8%".
Además, la división del IPIM que menos creció fue la de "productos importados", al 2,7%. Menescaldi explicó: "Esto se debe a que están siguiendo al crawling peg al 2%, a diferencia de cuando había restricciones a las importaciones, que importabas inflación por ese lado, por la restricción a la oferta. Si bien hay un esquema de financiamiento de pagos a 120 días, hay mayor libertad de comercio".
De hecho, durante todo el 2023, pese a que el Gobierno anterior mantuvo pisado el dólar oficial a $350, con una brecha cambiaria superior al 100%, la categoría de productos importados en todo el año pasado había trepado al 432%.
El dato del IPIM ilusiona al Gobierno, porque lo que ocurra con los precios mayoristas, informalmente llamados "a la salida de fábrica", luego se refleja en los precios minoristas, en las góndolas. "Deberías tener una menor presión en el IPC por este traslado", explicó Menescaldi". Sin embargo, los analistas advierten sobre este punto.
¿Seguirá la desaceleración de los precios?
Menescaldi afirmó: "Desde febrero todas las empresas medianas tienen que empezar a pagar el costo completo de la electricidad, por lo que habrá segundas rondas, y van a seguir trasladando en los próximos meses, aunque seguro a un ritmo más lento, porque ya ven que su demanda no crece, y no pueden trasladar todo a a precios".
La división "energía eléctrica", que en todo el 2023 varió 120% con tarifas pisadas, solamente en el mes de febrero varió 142,7%.
La retracción de la actividad contribuye a la baja en los precios. Esto se vio también en el índice del costo de la construcción, que publicó el Indec también este martes. El costo de la construcción desaceleró 9 puntos porcentuales respecto a enero (6,4% versus 15,6%, respectivamente), analizó LCG, influenciado por la fuerte desaceleración de "Mano de Obra", que reflejó un aumento de apenas 1,9%, bajando 17,5 pp en el mes. "La caída del empleo en el sector es la contraparte de este ajuste", agregó.
Además, Haroldo Montagu, de la consultora Vectorial, opinó: "La estrategia de pisar del tipo de cambio, si bien sirvió para mantener pisada la inflación doméstica, vemos que la suba de productos importados corre a un ritmo de precios muy menor que la de los productos nacionales. Esto genera dudas acerca de lo acertado de la estrategia de pisar el tipo de cambio".
Manufacturados tuvo un aumento del 10,3% mensual, con alimentos trepando al 13% mensual.
También, desde la consultora LCG advierten: "Desde diciembre los precios mayoristas subieron 100%, en tanto que los minoristas lo hicieron 71%. Esto hace pensar que existe todavía cierta comprensión de márgenes del comercio minorista que más temprano que tarde tenderán a corregirse".
Incertidumbre sobre la política cambiaria
Hacia adelante, que se de una fuerte baja de la inflación va a depender de que "se rompa la inercia". Menescaldi explicó: "En principio no se rompería. Ello se debe a que se están pactando incrementos de precios regulados y de salarios que seguirían impulsando el incremento de los precios por la recomposición de costos, a pesar de que el tipo de cambio siga siendo el ancla nominal. Por otro lado, prevemos que en algún momento el Banco Central deberá salir del crawling del 2%, para evitar una apreciación excesiva del peso que conspire con su competitividad".
En la misma línea, en LCG afirmaron: "Esperamos cierta moderación de la inflación mayorista para los próximos meses, aunque estará sujeta al impacto de reajustes de tarifas (gas y electricidad) y una eventual corrección de tipo de cambio".
De hecho, la política cambiaria es el principal desafío para la economía en adelante, advirtió Econviews: "En el muy corto plazo habrá que buscar una política cambiaria que evite el fortalecimiento excesivo del peso. La economía argentina aún está débil para bancarse un peso fuerte y la opinión pública puede no tener paciencia si la solución es un salto discreto en algún momento del segundo trimestre cuando la recuperación de la actividad esté aún por comenzar o recién comenzada".