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La Cámara de Diputados le dio anoche media sanción al proyecto de ley que crea un régimen de Promoción del Gas Natural Licuado (GNL), que abre la puerta a inversiones multimillonarias de empresas internacionales en la Argentina y un enorme refuerzo a la balanza comercial por exportaciones desde Vaca Muerta.
El régimen facilitará la decisión final de inversión de la sociedad entre YPF y Petronas (la petrolera estatal de Malasia), que en los próximos meses podrían tener un acuerdo para desembolsar unos 10.000 millones de dólares, que se utilizarán para construir una mega planta de licuefacción de gas en Bahía Blanca y al menos un gasoducto de 620 kilómetros "dedicado" -exclusivo a ese fin- desde los yacimientos de Vaca Muerta.
Pero el de YPF y Petronas, si bien es el más grande, no es el único proyecto; Marcelo Mindlin, de Pampa Energía, y la familia Bulgheroni, de PAE, también esperan la sanción de esta ley para formar consorcios y activar proyectos que hoy tienen en estudio. Por caso, hace años Transportadora de Gas del Sur (TGS) estudia junto a Excelerate Energy la factibilidad de crear módulos escalables de licuefacción de gas.
Con 126 votos afirmativos del Frente de Todos y aliados, 102 abstenciones de Juntos por el Cambio y 7 negativos de la izquierda y La Libertad Avanza (entre ellos los candidatos presidenciales Javier Milei y Myriam Bregman), los diputados aprobaron un régimen de acceso diferencial al dólar y beneficios por el lado de los impuestos para las empresas.
Dólar, impuestos y otros beneficios
El régimen de promoción del GNL otorga a los inversores hasta 6 años ( 5 más una extensión adicional de un año) para ingresar sus proyectos, con una mínima inversión de 1000 millones de dólares y una capacidad de producción de un millón de toneladas de gas licuado por año (MTPA), que pueden ser desarrollados en etapas sucesivas por hasta 10 años desde la puesta en marcha de la planta de licuefacción (en tierra o flotante) comprometida en la etapa anterior.
Las inversiones deberán tener un mínimo de contenido nacional de 15% en los primeros 10 años; 30% hasta los 20 años; un 50% (la mitad de producción local) hasta los 30 años.
Después de 15 años de ser importador regular de gas licuado, la Argentina pasaría en los próximos años a ser exportador durante todo el año
A cambio, los inversores obtendrán libre disponibilidad de divisas por hasta el 50% de lo obtenido con las exportaciones. El Estado también se compromete a ofrecer "estabilidad fiscal" por 30 años y el cobro de los derechos de exportación (retenciones) será del 0% si el precio internacional es menor a u$s 15 por millón de BTU, como ahora; de un 8% si es de entre u$s 15 y 20; y se calculará por fórmula si es mayor.
Para producir gas licuado, se debe enfriar el gas en estado natural (a unos 15°) hasta los 161° bajo cero, lo que comprime su volumen en 1/600 para facilitar su transporte por barcos. La demanda potencial de la Argentina está en Europa (que necesita sustituir el gas de Rusia, un proveedor que dejó de ser confiable para Occidente), China y Japón y los competidores, que hoy ya son grandes potencias en las exportaciones de GNL, serían Estados Unidos, Qatar, Australia y Malasia.
Después de 15 años de ser importador regular de gas licuado, la Argentina solo necesitará en algunos días de los próximos inviernos tener el barco regasificador (proceso inverso de la licuefacción) en Escobar, mientras que a la vez podría exportar durante todo el año unos 460 barcos metaneros, equivalentes a u$s 20.000 millones por temporada.