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El Fondo Monetario Internacional (FMI) realizó una nueva revisión de sus proyecciones para la economía global en medio de la incertidumbre y volatilidad que generaron las medidas arancelarias de Donald Trump y las negociaciones con los principales socios comerciales.
En ese contexto, el organismo corrigió levemente al alza el crecimiento previsto para este año, que pasa del 2,8% proyectado en abril al 3% que estima ahora en las revisión de julio. Es una mejora de 0,2 puntos. Para 2026, sube de 3% a 3,1%.
Qué números espera el FMI para la Argentina
Por su parte, a la hora de las estimaciones para Argentina y luego de llevar adelante la primera revisión de la economía local en el marco del acuerdo de Facilidades Extendidas, el FMI mantuvo las proyecciones de abril. Eso implica un crecimiento del 5,5% para este año y otro de 4,5% para 2026.
"Las proyecciones siguen sin cambios para este año y el próximo. La economía Argentina tiene una recuperación sólida, por la confianza, salarios reales y el proceso de baja de la inflación", dijo el economista jefe del FMI Pierre Olivier Gourrinchas.
Si bien el informe solo detalla la cifra de PBI para Argentina, el analista del Fondo agregó que se espera !una inflación del 18 al 23% de tasa anual. Ese es un trasfondo fuerte para la economía y eso explica la diferencia con el resto de la región".
En cuanto a la leve mejora del pronóstico global, el FMI destaca que la economía mundial es "resiliente". Pero también impacta que se preveían aranceles más altos en abril y las tasas arancelarias efectivas promedio anunciadas por Estados Unidos terminaron siendo más bajas. Con la Unión Europea, por ejemplo, se pasó de la amenaza de aranceles del 50% a un acuerdo por un 15%.
Por otra parte, el FMI apunta a la "mejora en las condiciones financieras, incluso debido a un dólar estadounidense más débil" y una expansión fiscal en algunas jurisdicciones importantes.
En ese marco, "se espera que la inflación general mundial caiga al 4,2 % en 2025 y al 3,6 % en 2026, una trayectoria similar a la proyectada en abril".
El motor de China
Uno de los países que crecerá bastante más de lo previsto en abril es China: el FMI ajustó la proyección de 4% a 4,8%, el alza más grande de la revisión. Y esto se explica, según detalló Gourrinchas en conferencia de prensa, porque el impacto de los aranceles por ahora no fue el esperado -Washington y Beijing todavía están en negociaciones por un "acuerdo duradero" en aranceles" pero también porque las exportaciones del gigante asiático siguieron avanzando a nivel global.
Riegos generales para el mundo
"Los riesgos para las perspectivas se inclinan a la baja, como lo fueron en el informe WEO de abril de 2025. Un repunte en las tasas arancelarias efectivas podría conducir a un crecimiento más débil. La elevada incertidumbre podría comenzar a afectar con mayor fuerza la actividad, también a medida que vencen los plazos para aranceles adicionales sin avances en acuerdos sustanciales y permanentes", agrega el FMI en línea con sus advertencias generales.
De todas formas, el informe reitera que las tensiones geopolíticas "podrían perturbar las cadenas de suministro globales e impulsar el alza de los precios de las materias primas".
"Un mayor déficit fiscal o una mayor aversión al riesgo podrían elevar lastasas de interés a largo plazo y endurecer las condiciones financieras globales", remarcó, lo que "podría reavivar la volatilidad en los mercados financieros".
Con el vaso medio lleno anticipa que "el crecimiento mundial podría impulsarse si las negociaciones comerciales conducen a un marco predecible y a una reducción de los aranceles".
Para el economista jefe del FMI Pierre-Olivier Gourrinchas "restablecer la estabilidad de la política comercial es esencial para reducir la incertidumbre política".
Entre las medidas que el Fondo promueve, citó:
• La necesidad de normas predecibles y estables se extiende a otras áreas de la formulación de políticas, con independencia de los bancos centrales.
• Restablecer el margen fiscal, como una prioridad para muchos países.
• Redoblar los esfuerzos para aumentar la productividad a largo plazo mediante reformas estructurales frente a un crecimiento global que sigue siendo "tibio".