Para la Unión Cívica Radical (UCR), la vida es eso que pasa entre una interna y otra. El partido centenario volvió a utilizar mecanismos de democracia interna para definir sus autoridades en la ciudad y en la provincia de Buenos Aires. En este último distrito estaba el plato fuerte, ya que definía la presidencia del comité provincial, los convencionales y los delegados al comité nacional.

Tras el cierre de los comicios comenzó el recuento y se espera que los resultados se conozcan esta noche. Aunque, si se da una elección pareja, como se espera, la definición podría extenderse.

La jornada se caracterizó por una alta participación de los afiliados. Estaban habilitados a sufragar unos 650.000. La previsión inicial era que concurriera alrededor del 10% del padrón, pero desde las mesas de votación aseguraron que se superaría ese porcentaje. De hecho, calculan que se puede llegar a los 100.000 votantes. "No es la primavera alfonsinista, pero hay una alta participación. Puede ser una demanda de expresión: no solo con la interna radical, sino también hartazgo con el Gobierno", analiza un candidato a convencional.

Los dos candidatos a presidir el comité provincial eran Maximiliano Abad, de Adelante Buenos Aires, y Gustavo Posse, de Protagonismo. Abad, presidente del bloque de Juntos por el Cambio en la legislatura bonaerense, es apoyado por figuras de peso del radicalismo nacional, como Ernesto Sanz, Gerardo Morales y Mario Negri. También por Daniel Salvador, exvicegobernador y presidente saliente del comité provincial. Posse, por su parte, es promovido por el senador nacional Martín Lousteau y por su espacio, Evolución. Es intendente de San Isidro desde 1999.

"Es la interna más importante desde 2010, cuando Ricardo Alfonsín dio el batacazo y les ganó a (Gustavo) Posse, (Federico) Storani, Leopoldo (Moreau) y Coti (Nosiglia)", grafica otro candidato de la interna.

Ninguno de los dos sectores pone en duda la continuidad de la UCR dentro de Juntos por el Cambio, aunque se proponen matices. Desde el sector de Posse, por ejemplo, aseguran que el radicalismo tuvo poca participación y fue demasiado concesivo con el PRO durante el gobierno de Cambiemos. Esta mañana, Gerardo Morales contestó a esta acusación. "En 2015, Posse estaba con el PRO, se había ido del partido. Era más amarillo que Macri. También plantean la renovación y él es intendente desde hace 22 años", sostuvo en diálogo con Rivadavia.

En la interna están en juego los 70 convencionales que la provincia aportará a la Convención Nacional. Ese es el ámbito en el que el partido define la política de alianzas, tal como hizo en Gualeguaychú en 2015, cuando se conformó Cambiemos. "Lo que está en juego para nosotros es la posible candidatura presidencial de Facundo (Manes)", revelan desde el sector cercano a Abad, confiados de las potencialidades electorales del neurocirujano. Para el otro espacio, en cambio, se juega la posibilidad de que Lousteau pueda mejorar su posición para negociar su posible candidatura ejecutiva, ya sea como jefe de gobierno porteño o también como presidente.

Desde ambos sectores coincidieron en la necesidad de que, una vez pasadas las internas, se fortalezca el partido y se dejen de lado las diferencias que se pusieron sobre la mesa ante estas elecciones.

Por otro lado, también se realizaron internas en la Ciudad de Buenos Aires. En este caso se elegían candidatos en las comunas. Hubo una política de alianzas cruzadas, por lo que cada sector buscará algún argumento para mostrarse ganador.

Se presentaron tres listas distintas. Dos apoyan a Martín Lousteau y eran viejos aliados entre sí. De un lado, Daniel Angelici, ex presidente de Boca, acompañado por Martín Ocampo. Del otro, Enrique "Coti" Nosiglia junto a Rafael Pascual y Emiliano Yacobitti. La lista no alineada con Lousteau es la que tiene como referentes a Adolfo Rubinstein, Ricardo Gil Lavedra y Facundo Suárez Lastra.