La fuerte caída del 9,7% que registró la producción automotriz en agosto, afectada por la contracción de la demanda brasileña, profundizó en las últimas semanas la aplicación de mecanismos de ajuste laboral por parte de las principales terminales, que solo en Córdoba donde se concentra la mayor parte de la actividad fabril del sector ya acumula alrededor de 800 de trabajadores suspendidos. La situación amenaza agravarse en los próximos meses: según estimaciones de la cúpula provincial del gremio de Smata, la cantidad de trabajadores afectados por suspensiones, adelantos de vacaciones y retiros voluntarios en terminales y autopartistas podría trepar a los 2000 operarios (sobre un total de 14000 mecánicos en la provincia) antes de fin de año.
Las plantas cordobesas de Fiat y Volkswagen fueron las primeras en disponer recortes en los turnos de producción, que en conjunto derivaron en la suspensión de 800 trabajadores desde el mes pasado. A ese cuadro se sumará próximamente Renault que ya comunicó al gremio su decisión de adelantar las vacaciones de su personal para el 15 de diciembre, en paralelo a la apertura de un régimen de retiros voluntarios.
Al respecto, Omar Dragún, secretario general de Smata Córdoba y hasta hace poco ministro de Trabajo de la gestión de José Manuel de la Sota, explicó a El Cronista que las autoridades locales de la automotriz francesa tiene previsto, además, recordar uno de los dos turnos de producción que funcionan actualmente a partir del 15 de enero, cuando finalice el período de vacaciones del personal. El dirigente también se refirió al esquema de retiros voluntarios que habilitará esa terminal para todo el personal y que incluirá una modalidad específica de retiro para el caso de alrededor de 70 operarios de más de 60 años.
Por otra parte, Dragún anticipó que Volkswagen ya comunicó que cerrará su planta provincial entre el 22 de noviembre y el 2 de diciembre, tras lo cual adelantará el período de vacaciones, que se extenderá hasta el 6 de enero. Durante ese período los 1600 operarios de la automotriz cobrarán el equivalente al 81% de su salario, de acuerdo con el entendimiento alcanzado entre la empresa y Smata.
En tanto, Fiat decidió extender durante todo septiembre el esquema de suspensión de la producción los días viernes que inició en julio pasado, con la garantía del pago del 75% del salario a sus operarios. En el gremio prevén que la medida se mantendrá en los próximos meses debido a la caída de la demanda de Brasil, destino del 70% de la producción automotriz cordobesa.
La contracción de la actividad en las terminales golpeó, además, a las autopartistas proveedoras de piezas y cajas que registran más de un centenar de operarios suspendidos en la provincia. La devaluación de Brasil está afectando muchísimo. Hay mucha preocupación e incertidumbre por el futuro, esperemos que la situación repunte, indicó el gremialista.
Solo la planta de Iveco, cuya producción está destinada íntegramente al mercado interno y es alentada por los créditos subsidiados por el Banco Nación, funciona normalmente y no tiene previsto disponer medidas de ajuste laboral en los próximos meses.